«Ningún político me va a llevar al huerto. Solo miro por mis vecinos»

Rubén Nóvoa Pérez
RUBÉN NÓVOA OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

La dirigente vecinal lamenta el escaso mantenimiento de la zona verde

28 dic 2014 . Actualizado a las 13:00 h.

Rocío Díaz Otero no tiene pelos en la lengua. Es combativa y una de esas figuras que se vinculan al movimiento vecinal en Ourense desde hace más de dos décadas. Dirige la asociación del parque Barbaña y por el bienestar de sus vecinos se ha enfrentado a los políticos, de distintos colores, que desde principios de los noventa han pasado por el Concello de Ourense. Empezó en lo de las reivindicaciones, según reconoce, casi por casualidad: «Un día iba por la calle y una vecina me dio un panfleto contra la plaza de cemento que hizo el Concello en la zona más próxima a Ervedelo. Nosotros queríamos una zona verde, pero se les metió en la cabeza llenar eso de cemento. Yo no tenía ni idea de políticos y asociaciones, pero me enganché».

Primero se creó una plataforma vecinal, que con el paso del tiempo se convirtió en una asociación que estuvo dirigida desde un primer momento por Rocío Díaz. Van por libre con respecto al resto de colectivos y es crítica con la politización del movimiento vecinal en Ourense. «Está de capa caída porque hay una fuerte desunión. Nosotros decidimos ir a nuestro rollo, porque las asociaciones en general están muy politizadas. No sé qué les dan pero siempre los acaban convenciendo y si yo tengo claro algo es que ningún político me va a llevar al huerto. Yo solo miro por mis vecinos», explicó la dirigente del parque Barbaña.

De hecho, de su experiencia como líder vecinal Rocío Díaz asegura que se lleva un aprendizaje «brutal» y una conclusión clara sobre la clase dirigente: «Nadie se mete en política para hacer algo por los demás, sino para buscar su propio beneficio. No merece la pena ninguno».

A lo largo de casi dos décadas han sido muchas las batallas que se han librado desde la asociación del parque Barbaña. Se muestra satisfecha, aunque es consciente de que en otros lugares de la ciudad con menos servicios pueden generar dudas algunas de sus reivindicaciones: «A veces nos criticaban por pijos por las peticiones que hacemos, pero el parque Barbaña es una zona que la disfruta todo Ourense».

Entre esas luchas que han mantenido desde la asociación una de la que sigue todavía muy presente es la de la suciedad en las ferias del 7, 17 y 26. Asegura que están desesperados y que lo han intentado todo, en especial para proteger el cauce del río Barbaña: «No hay servicios públicos y muchas veces me pregunto qué pasaría si hay un accidente. El Barbaña es una zona muy sensible y no se cuida nada».

También está de actualidad el estado de la pasarela que une el parque Barbaña con la zona de la Alameda. De nuevo sus dardos se centran en los políticos, sin distinción de siglas: «Ni PP primero, ni BNG después ni PSOE al final fueron capaces de obligar a los dueños de la cafetería a cumplir con su obligación de mantener la pasarela. El resultado es que ahora los ourensanos tenemos que pagar los 100.000 euros con el dinero que sale de nuestros impuestos».