La Diputación gasta 166.678 euros en reparar una planta de residuos de dos años

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Las instalaciones, en Xinzo, tienen licencia desde el 2012 y ya son necesarias obras

16 jul 2014 . Actualizado a las 07:05 h.

La planta de residuos de la construcción que la Diputación ourensana construyó en Morgade (Xinzo de Limia) está rodeada de polémica desde su nacimiento. Cuando ya parecían superados los conflictos que originó su apertura, acaba de hacerse público que las instalaciones son defectuosas. De hecho, la institución provincial se ha visto obligada a contratar unas obras que costarán 166.678,43 euros.

Según explicaron ayer desde el gabinete de comunicación de la Diputación ourensana, el vaso del vertedero estuvo vacío durante meses a la espera de que la Xunta diese su autorización a través de la evaluación de incidencia ambiental del proyecto. Las obras que se contratan ahora, según precisaron desde el Pazo Provincial, son «trabajos de mejora y reparación de impermeabilización».

Esa actuación ha sido encargada a Construcciones Benigno Álvarez, que presentó la oferta más barata de las tres solicitadas por la institución. La Diputación optó por un procedimiento negociado sin publicidad para esta contratación al que, además de la citada empresa, invitó a Construcciones Aníbal Rey y a Excavaciones P. Prol.

Antecedentes

La instalación de una planta de tratamiento de residuos en Xinzo fue polémica desde sus inicios, en el año 2010. Las fuerzas políticas de la oposición rechazaron el proyecto por su impacto ambiental y también causó controversia el hecho de que las instalaciones comenzasen a construirse sin contar con la autorización de la Xunta. De hecho, en su momento la Asociación de Recicladores de Residuos de Construcción y Demolición de Galicia (Arcodega) presentó alegaciones contra la concesión de permiso a la planta de tratamiento de Xinzo por ese motivo y por considerar que ese servicio no era necesario. Según decían, las instalaciones privadas existentes en Leiro y Xunqueira de Espadañedo serían suficientes para atender la demanda del sector, en retroceso por la crisis del ladrillo.

Finalmente, el proyecto salió adelante con una capacidad para tratar 20.000 toneladas de escombros anuales y un depósito de 64.900 metros cúbicos.