La plaza que pudo ser del Rey

Miriam García
m. g. OURENSE

OURENSE

Antonio Cortés

12 jul 2014 . Actualizado a las 17:30 h.

Una tesina de licenciatura presentada ayer en la Facultad de Historia recorre el devenir de la praza de San Martiño, aportando documentación novedosa -los planos de los proyectos no ejecutados de Antonio Palacios, por ejemplo- y no pocas curiosidades. Su autor, Jesús Manuel García, ofrece datos para enriquecer los actuales conocimientos sobre este peculiar espacio urbano, nacido con el objetivo único de dar acceso a la catedral por su cara occidental. La escalinata de Pons Sorolla, explica el investigador, fue el culmen a ochenta años de gestiones.

De todo ese período ofrece la tesina numerosa documentación, tanto en lo que se refiere al proyecto en sí como a su contexto sociourbanístico, la actuación municipal y la repercusión en la prensa de cada momento.

La actual denominación de la plaza fue una sugerencia del arquitecto Palacios. Su propuesta se impuso a otras dos con peso: «Alfonso XIII propuso llamar al nuevo espacio Plaza del Rey. La prensa, Plaza del obispo Florencio Cerviño», relata García.

Es la primera vez, explica, que se hace un estudio con los planos originales de Palacios. «Quedaba por hacer -expone- una historia de ese espacio público cuyos planes a punto estuvieron de modificar de forma notable una buena parte del centro histórico ourensano. Cuestiones de economía -recuerda- evitaron la apertura de la plaza tal como Palacios la concebía, lo que hubiese destruido las manzanas de casas desde Santa Eufemia hasta prácticamente la plaza Maior».

Las autoridades locales, aclara la tesina, no se opusieron a ese plan de demolición de edificios «puesto que veían un atractivo turístico a nivel nacional, un modo de emplear a trabajadores y la forma de eliminar viviendas y calles insalubres, como así se las calificaba». Pons Sorolla afrontó, finalmente, un proyecto más reducido y menos vistoso. «Su decisión de tapar con un nuevo edificio la torre de las campanas parcialmente se debía a que de este modo podemos observar dicha torre con una perspectiva que le aporta mayor verticalidad».

El trabajo consiguió la máxima calificación y el tribunal recomendó su publicación.