La institución colegial -al igual que hiciera cuando los funcionarios denunciaron las supuestas coacciones del alcalde- destaca que tanto el exsecretario como su exadjunta desarrollaron su trabajo «con la mayor profesionalidad y responsabilidad». Hasta que dejaron sus puestos debido a los enfrentamientos con el regidor, se guiaron únicamente «por los principios de dedicación plena, de total transparencia y de implicación absoluta en el servicio al interés público», dice el colegio de secretarios.
Indignidad
Su comunicado concluye, pues, que las declaraciones de Antonio Pérez «deben ser rotundamente rechazadas y cuestionadas, pues reflejan una evidente intención, plenamente consciente, de eludir sus propias responsabilidades como gestor de los intereses públicos, a costa, incluso, de utilizar la salud de las personas para poner en tela de juicio su honorabilidad, comportamiento éste indigno de cualquier representante de la colectividad vecinal, a la que se debe y ante la que debe responder».