«No nos iremos hasta que negocien», aseguran los vecinos de Punxín

Rubén Nóvoa Pérez
Rubén Nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Miguel Villar

31 mar 2014 . Actualizado a las 07:15 h.

El encierro de los vecinos de Punxín por el precio del recibo del agua cumplió ayer su tercer día. «No nos iremos hasta que negocien», aseguran los integrantes de la Comisión da Auga. Aseguran que mantienen los ánimos intactos, aunque cada hora que pasa crece su malestar con el alcalde popular, Manuel Vázquez, y por extensión con el PP. «Estamos muy decepcionados con la conducta del alcalde, que está dirigido por su partido por la Diputación de Ourense», explicó un portavoz del colectivo.

El encierro vecinal comenzó el pasado viernes después de un pleno municipal. Los vecinos demandan que se les rebaje el recibo del agua. La tasa actual es de 25 euros y ellos consideran que debería situarse en solo doce. Para lograr desbloquear la situación, la Comisión da Auga ha iniciado contactos con cargos populares. En concreto, han buscado la mediación del diputado popular en Madrid, Celso Delgado, y también pretenden contactar con el delegado de la Xunta, Rogelio Martínez. «Estamos esperando a que pongan un mediador válido para negociar. Lo que creemos es que pretenden seguir en este escenario para que cuando cambie la legislación todo quede en manos de la Diputación y asuma estos servicios», explicaron.

Medio centenar

En la tarde de ayer se celebró una nueva reunión en la que los vecinos decidieron continuar con el encierro. Para ello organizaron turnos para establecer quien se quedaría a dormir. Según pasan las horas crece la preocupación por la gente de una edad más avanzada y que desde el primer momento se ha puesto al frente de la reivindicación. «Tenemos a una persona de 88 años que ya ha dormido dos noches aquí, y aunque los ideales son muy respetables hay que mirar también por la salud de los vecinos», indicó un portavoz del colectivo.

La cifra de vecinos encerrados es, según indicaron las mismas fuentes, de medio centenar de personas. El conflicto del agua en el Concello de Punxín viene de lejos. Su reivindicación de rebajar la tasa se traslada hasta el 2011. A este conflicto hay que sumar la aparición de niveles de arsénico en el agua. Esto, sin embargo, reconocen los vecinos que se encuentra en fase de resolución: «Tenemos el compromiso de que en 2015 entraría el bombeo desde el Miño».