La de mañana será una jornada intensa para los amantes de los todoterreno 4x4, porque el recién creado Club Garabato presentará la primera edición de su Ruta TT, una aspiración que han ido madurando a lo largo del poco más de un año que varios amantes de la especialidad automovilística se han reunido para compartir su afición.
Con esa intención precisamente se creaba el club hace escasos meses, como señalaba Óscar Iglesias, uno de los directivos: «Éramos cuatro o cinco vecinos que compartimos nuestro gusto por esta clase de vehículos y comenzamos a practicar en las rutas cercanas, así que fuimos preparando un trazado que es el que vamos presentar mañana».
En principio, está previsto que los participantes, unos sesenta se vayan concentrando en la plaza Maior de Celanova sobre las 9.00 horas y ya a partir de las 10.00 tomarán la salida en dirección a Sampil, zona marcada para abandonar las carreteras y enfrentarse a los desafíos de las pistas forestales y cortafuegos, hacia los eólicos de Verea.
«Es una ruta turística, que nos hemos dedicado a marcar en nuestras salidas y que esperamos guste a todos los participantes», avanzaba el propio Óscar como eventual portavoz de una escudería que han formado con once integrantes en la junta directiva que preside en su primera formación Totti Fernández.
Los organizadores optaron por plazas cerradas, incluyendo desayuno, comida y cena, así como los servicios médicos con ambulancia y la grúa hasta el parque cerrado.
Distintos niveles de dificultad
En esta primera edición de la ruta del Club Garabato, se abrió la participación a automóviles con y sin preparación, puesto que el recorrido cuenta en sus puntos más complicados con alternativa por pista de monte. De ese pelotón de inscritos destacan los quince que llegarán desde Portugal, como indica Iglesias al esgrimir: «En el país vecino hay mucha afición a los todoterreno, incluso más que aquí, también vendrán muchos pilotos de Ourense con los que tenemos contacto».
Los responsables del itinerario escogieron el pueblo de Fixo para la comida y, desde ahí pondrán dirección al Outeiro de Augas y a Bande. El regreso a Celanova pondrá fin a la ruta con la cena de hermanamiento. Las previsiones meteorológicas apuntan lluvia a un terreno ya embarrado, que colma las aspiraciones de los participantes en la convocatoria.