Los plenos dedican horas a temas en los que no pueden tomar decisiones
15 mar 2014 . Actualizado a las 07:20 h.Por los temas que se tratan, los salones de plenos del Concello y de la Diputación de Ourense parecen, en ocasiones, el Parlamento gallego, el Congreso, la Eurocámara o incluso el Tribunal de Derechos Humanos. La corporación municipal y la provincial dedican horas de debate a asuntos que exceden de sus competencias. Los grupos políticos presentan mociones en las que instan a otras administraciones de mayor rango o promueven posicionamientos contra decisiones que se toman muy lejos de Ourense. Solo en el año 2013, el 37 % de las iniciativas que llevaron a pleno trataban temas que nada tienen que ver con la gestión municipal.
En el Concello los plenos se extienden en ocasiones durante más de cinco horas y, en muchos casos, la mayor parte del tiempo se dedica a ese tipo de mociones. De las 84 presentadas a lo largo del año pasado, 24 excedían las competencias municipales. Ese es, también el número de iniciativas impropias debatidas en el 2013 por la Diputación, aunque en la institución provincial el porcentaje de ese tipo de mociones es mayor porque el total fue de 43.
Texto tipo
La mayor parte de ellas son iniciativas que presentan los grupos políticos de la oposición, siendo el BNG el partido más activo en este ámbito. Son, en su mayoría, textos que la dirección de los nacionalistas remite a todos los municipios, del mismo modo que ocurre con el PSOE. Los debates en Ourense reiteran los argumentos que se exponen, según el caso, en el Parlamento gallego o en el Congreso. De hecho, para responder a esas propuestas el Partido Popular les envía a sus portavoces en Concello y Diputación los argumentarios que utilizan los conselleiros en O Hórreo. En ocasiones se limitan a leerlos como hace habitualmente el popular Plácido Álvarez en la institución provincial. Así, los plenos municipales y provinciales destinan horas en debatir sobre asuntos como el terrorismo de Resistencia Galega, el aborto, la política educativa de la Xunta, la sanidad o incluso los represaliados por el franquismo.