Los regantes piden a la Hidrográfica que retire los restos de los ríos
10 ene 2014 . Actualizado a las 07:05 h.Las consecuencias de las intensas lluvias de las últimas semanas ya han dejado su huella en a A Limia. No es novedoso que A Lagoa de Antela se cubra de agua, pero sí que esta no sepa por donde salir. Parte de la cosecha de cereal de invierno se ha visto afectada por las precipitaciones y por las heladas anteriores que no dejaron crecer los cultivos. Causa principal por la que en la actualidad no cuenta con la fortaleza necesaria para hacer frente a un exceso de humedad. Las zonas más afectadas, según indican desde el Sindicato Labrego Galego son Trasmiras, sur de Xinzo, Vilar de Barrio, Xunqueira y Sarreaus.
Javier Losada, presidente dela comunidad de regantes de la Alta Limia indicaba ayer que aunque los campos están encharcados, todavía es posible salvar parte del cereal de invierno. Si deja de llover. Pero subraya que uno de los principales problemas con los que se encuentran es el alto nivel de los ríos y la suciedad existente en los canales y cunetas, sobre todo madera seca (restos de árboles), que frenan la salida del agua y que hace dificultoso el desagüe de los campos.
Critican que desde la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, organismo que regula esta cuenca, no se haya empezado a trabajar en la limpieza de estas zonas y añade que tampoco se permite que los regantes lo hagan por su cuenta. «Hay arrastres de leña, hojas y luego mucha suciedad de gente que todavía sigue tirando las cosas al río», explica. Según Losada, la única manera de solucionar la situación es la de poner en marcha un proyecto, que llevaría varios años y que servirá para completar una red de drenaje. «Si vas a cualquier otro país de Europa y ves como está todo cuidado te das cuenta de la razón por la que nosotros no podemos competir con ellos. Estamos a más de cincuenta años de retraso», subraya. De igual manera se expresa José Luis Castrol, regante de la zona de Corno do Monte. Subraya que los campos de cultivo de cereal de invierno están muy encharcados y que, al igual que en otras zonas, las heladas no han dejado crecer demasiado el cereal, que lleva un gran retraso. «Si normalmente va naciendo en 8 o 10 días, en esta ocasión hubo que esperar a los 16». También apunta a la necesidad de limpiar la zona de los arrastres. «Los canales y los ríos están sucios. Si quieres limpiarlos no te dejan, pero qué vas a hacer. Tienes que limpiarlo para que el agua corra y no se estropee el tractor», relata.
Ahora queda mirar al cielo. Las previsiones apuntan a que dejará de llover en los próximos días. Si así fuera la situación mejoraría sustancialmente en una zona que fue duramente castigada el año pasado, mucho más que este, y que llegó a estropear el 80 % del cereal de invierno y buen parte del de primavera. Unas cifras que, con todo, no esperan repetir este año.