Algunos niños siguen viniendo con un pan debajo del brazo

María Cobas Vázquez
MARÍA COBAS O BARCO / LA VOZ

OURENSE

El alcalde de O Bolo, Manuel Corzo, firmando un cheque bebé esta misma semana.
El alcalde de O Bolo, Manuel Corzo, firmando un cheque bebé esta misma semana. lolita vázquez< / span>

Varios concellos ourensanos mantiene las ayudas a la natalidad

22 dic 2013 . Actualizado a las 06:55 h.

Es el mal endémico de esta provincia, muere más gente de la que nace. Lo dicen las estadísticas, y lo demuestra un paseo por la calle. Faltan niños. Ocurre en 90 concellos de la provincia. Vale que Ourense atesora 91, pero es que en el caso de San Cibrao das Viñas, los datos del Instituto Galego de Estatística marcan que en 2012 (último dato disponible) fueron 40 los fallecidos, mientras que se registraron 52 nacimientos. En el resto, el número siempre es mayor en el de óbitos. En otros no es que sea mayor, es que simplemente no hay recién nacidos, como el caso de A Veiga. Ni un solo bebé en 2012, frente a los 30 fallecidos dados de baja en el censo.

Ante esta situación, varios concellos apostaron por dar ayudas a las natalidad, que emulan a aquel cheque-bebé que puso en marcha (y después quitó) el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Se caracterizan por ser concellos del rural, que no suman demasiados alumbramientos cada año, pero que han visto aquí una manera de fijar población. En algunos casos, en otros la medida no ha sido muy exitosa, como confiesa el alcalde de Larouco, Joaquín Bautista Prieto. «Isto é un desastre, cada vez somos menos», dice. De hecho, la caída del relevo generacional es tan pronunciada, que hace varios cursos que el colegio cerró sus puertas. La partida de ayudas a la natalidad está intacta a estas alturas del año. «Non naceu ningún neno, non entregamos unha soa», cuenta resignado el primer edil.

En esto de las ayudas también hay picaresca; la que aplican las que censan a los niños para recibir el cheque y poco después se van. Lo han detectado en el Concello de O Bolo, donde esta misma semana el alcalde, Manuel Corzo, entregaba los cheques a los padres de seis niños nacidos en los últimos dos años. Por eso, anunció que cambiarán el método de la ayuda, y esta no se hará efectiva hasta que el menor ingrese en el colegio. «Hai algunha xente que censa aos nenos, pero despois descénsanos e xa non chegan a ir ao colexio aquí, que é o que buscamos», confesaba el regidor.

En O Bolo la cantidad de la ayuda varía según el número de hijos. El primero recibe 540 euros, el segundo 721, y el tercero 901. A partir de ahora, además, el Concello dará «100 euros ao ano por cada fillo ás familias que teñan 4 nenos ou máis, ata que cumpran os 18 anos», avanzaba Corzo. En Bande la cantidad es fija. Mil euros por nacimiento, y después, un servicio de Galiña Azul gratuito. Una medida que ha servido para fijar y aumentar la población infantil, según el alcalde, José Antonio Armada, que se vanagloria de los resultados de la iniciativa. «¡Temos arredor de 15 nenos na Galiña Azul!», resalta.

En Boborás la guardería no es gratis, pero tiene un precio bajo. Tanto como que son 45 euros mensuales los que cobran por niño, lo que hace que sus plazas estén llenas. Han crecido los nacimientos a pesar de que el Concello ha cortado a la mitad el dinero de las ayudas. Ahora son 250 euros por nacimiento, y 25 euros mensuales los dos primeros años (pero solo en caso de familias con escasos recursos, y no para todos, como antes). En Castrelo do Miño la ayuda también se prolonga en el tiempo. Son 600 al nacer, 600 más en el segundo año, y 800 en el tercero, que se corresponde con el momento en el que el niño entra en el colegio.

Bande destaca el éxito de la medida; y Larouco llora que no nazcan niños

O Bolo cambia la fecha de entrega, que no será hasta que entren en el colegio