El alcalde de Ourense retira a Antonio Rodríguez Penín sus competencias en el gobierno local

P. Seoane OURENSE

OURENSE

El concejal destituido es el líder del sector «pachista», que el viernes provocó una crisis al abandonar un pleno municipal

17 dic 2013 . Actualizado a las 04:20 h.

Por teléfono, a media tarde y sin margen para negociar. El alcalde de Ourense, el socialista Agustín Fernández Gallego, comunicó al concejal Antonio Rodríguez Penín, líder del sector pachista del grupo municipal socialista, que había perdido su confianza y que, por consiguiente, le retiraba las competencias en el gobierno local. Era responsable de limpieza, perímetro rural e infraestructuras. Había dado el alcalde instrucciones por la mañana para hablar con los cinco concejales que el viernes le habían dado la espalda en un pleno, del que se ausentaron para no votar un asunto de carácter estrictamente particular, una compatibilidad laboral a un funcionario. Que la secretaria de la agrupación local del PSOE, Carmen Rodríguez Dacosta, trabaje en el Concello como directora xeral de personal, facilitó la estrategia y la comunicación interna.

Informada la ejecutiva gallega, cuyo secretario general había dado el sábado carácter local al conflicto, sin que tampoco la decisión del regidor fuese acogida ayer con especial entusiasmo, el dictamen pasaba a ser de la ejecutiva local. Es el bastión del sector aún llamado paquista por haberse formado alrededor del exalcalde Francisco Rodríguez, ahora encabezado por el regidor Agustín Fernández. Podían haber abierto un expediente sancionador, pero han optado por el informativo, para analizar el proceder de estos cinco miembros de la corporación municipal. En el caso de Susana Bayo, militante de la agrupación de Esgos, la propuesta de expediente se comunica al comité federal. Reclaman a sus cinco compañeros respeto, acatamiento y disciplina.

La destitución del concejal se produce, según una nota remitida desde el Concello, por «perda de confianza na súa xestión», con un apunte añadido en el sentido de que el alcalde «non descarta novas medidas unha vez sustanciadas as responsabilidades» por lo ocurrido el viernes, cuando «para non ter que votar dacordo co sentido do grupo municipal socialista» abandonaron el salón de sesiones Penín y cuatro concejales.

El destituido, que entró en el Concello con el exalcalde Francisco Rodríguez en el año 2007, repitió en la lista del 2011 cuando ya era notoria su posición distante y estaban armados los dos sectores en el PSOE local. La Pokémon dio visibilidad a la división interna, con una falta de comunicación evidente, significativa entre Penín y el alcalde.

La decisión del regidor ourensano recibió sus primera críticas públicas desde dentro. Las previsibles. Los otros cuatro concejales del grupo pachista, Susana Bayo, Mónica Vázquez, Alfonso Vilachá y María Devesa enviaron un comunicado -a través de la ejecutiva provincial- para mostrar su «rotundo apoyo y solidaridad» con el compañero y el «absoluto rechazo» a la decisión de su alcalde.

El paso dado por el regidor ourensano, privando de competencias al líder de los cinco concejales «pachistas», sumado a la decisión que puedan tomar sus cuatro compañeros, coloca a la corporación local al borde de la ingobernabilidad. El PP, de hecho, ha pedido un pleno extraordinario para buscar un pacto entre los cuatro grupos municipales que permita redactar los presupuestos del 2014. (En el 2013, por las diferencias entre los socialistas, el gobierno local no llegó a presentar presupuestos, por lo que se funciona con las cuentas prorrogadas del 2012). Desde el PP, grupo que tiene once concejales, por once del PSOE, tres del BNG y dos de Democracia Ourensana, Rosendo Fernández transmitió anoche «un mensaje de esperanza y tranquilidad: estamos dispuestos a defender la gobernabilidad de este ayuntamiento». Por su parte, el BNG ha pedido que se convoquen elecciones anticipadas.