Piden 22 años de cárcel para un acusado de abusar de tres niños

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Una de las víctimas presentó denuncia diez años después de los hechos

15 dic 2013 . Actualizado a las 07:20 h.

Veintidós años de cárcel, 50.000 euros en indemnizaciones y medidas de alejamiento de hasta 10 años. Son las cifras que manejará la acusación pública contra un imputado, contra el que presenta graves cargos por los presuntos abusos sexuales que habría infligido a tres menores de edad, y que será juzgado el próximo lunes en la Audiencia provincial de Ourense.

En el banquillo de los acusados se sentará Julio P. E., un vecino de Quintela de Leirado sin antecedentes penales al que se imputan tres delitos de abusos y contra la libertad sexual por unos hechos que, presuntamente, ocurrieron a lo largo de casi diez años, entre el 2002 y el 2012.

De acuerdo con el relato de los hechos realizado por el Ministerio Fiscal, la primera víctima del sospechoso habría sido un niño que tenía 9 años. El pequeño había ido con su padre a la aldea en la que reside el acusado por ser un amigo de la familia. En esa confianza, el progenitor del chico no se habría percatado de que, en un momento de la visita, Julio P. E. siguió a su hijo al baño y abusó de él. Por el motivo que fuere, seguramente por miedo, el chico no contó nada a su familia durante mucho tiempo, presentando él mismo una denuncia en el juzgado de Celanova diez años después.

El segundo hecho delictivo que se imputa al acusado habría ocurrido en el mismo domicilio en agosto del 2010. Un menor que había acudido con sus abuelos a pasar el fin de semana en la aldea, acudió a casa del imputado con sus allegados, que querían visitarlo. Más tarde, tras invitar a comer al chico, el acusado habría aprovechado para realizarle tocamientos y agredirlo sexualmente. Tampoco en esta ocasión la víctima contó lo ocurrido a su familia en el momento. Tardó dos años en confesarle a su madre lo que le había ocurrido, relatando que el adulto lo había amenazado con una catana para garantizarse su silencio.

Una parrillada como cebo

Aún habría una tercera víctima de la conducta de Julio P. E. Con la excusa de una parrillada, el acusado consiguió atraer hasta su casa a un niño de 7 años que acudió con su hermano y abuelos al domicilio. Una vez más, el acusado habría aprovechado una visita al baño del menor para cometer los abusos. La confesión de lo ocurrido por parte del niño se produjo, en esta ocasión, dos meses después, cuando sus familiares interpusieron denuncia en el juzgado de Celanova.

Hace constar el escrito de acusación que los abusos ocurrieron, presuntamente, durante los meses de verano, cuando las víctimas pasaban una temporada de vacaciones en el municipio en el que reside el presunto agresor, que aprovechaba la confianza de sus familias.