Todo es del color del cristal con que se mira? ¡Por supuesto! ¿Qué el color del cristal por el que mira el político cambia según conveniencia? ¡Por supuesto también! ¿Qué esa práctica se hizo muy visible a orillas del río Miño esta semana? ¡Hasta extremos que irritan al más pasota de la cosa pública! En estos siete días se escenificó la doble moral de los políticos que los ourensanos pagan con sus impuestos. Es suficiente poner un ejemplo sacado de las noticias jurídico/políticas que publicó La Voz. El jueves se supo que un juez firmó un auto dando un plazo de diez días para que las partes pidan la apertura de juicio oral o el sobreseimiento por la presunta malversación de 51.000 euros en el Concello de Arnoia cuando el hoy delegado de la Xunta, Rogelio Martínez, del PP, era su alcalde. La secretaria de organización del PSOE, María Quintas, le dijo al PP (sin que éste le hiciese caso) que el delegado «tiene que cesar ya». El mismo día, otro juez firmó un auto en el que ve posible malversación de 335.000 euros en el departamento de la teniente de alcalde del Concello de Ourense, Marga Martín, del PSOE. El portavoz del Partido Popular en el Concello de Ourense, Rosendo Fernández, le pidió al PSOE (sin que éste le escuchase) la destitución de la edila Marga Martín porque «non está lexitimada para seguir». Ahí tiene el ciudadano el ejemplo de las distintas varas de medir de los políticos. A los del PSOE les parece que una supuesta prevaricación de los populares de 51.000 euros debe llevar el cese fulminante mientras que una de 335.000 euros suya, no lo merece. Y lo mismo cabe decir, a la inversa, del PP. Con estas actitudes, los políticos demuestran que no saben lo que es la decencia, ni la ética, ni el sentido común, ni la coherencia. Ven la hoja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Y lo hacen sin sonrojarse lo más mínimo. Con un par.
El dato. Un total de 443 artículos firmó Antonio Tabarés Lezcano cada sábado en la edición de Ourense de La Voz de Galicia desde el 14 de enero del 2005 hasta el pasado 14 de septiembre. Ayer, ¡tenía que ser en sábado!, el viajero impenitente inició su último recorrido. En Ourense dejó dolor y lágrimas. Se fue uno de los nuestros pero quedará, para siempre, su espíritu y su talante («solicito la venia para que cada uno con su vida haga lo que le pete, respetando a los demás ¡claro!», escribió el 18 de noviembre del 2005) de tolerancia y comprensión. ¡Qué pesar tener que poner este dato y este punto final!