El fuego obligó a cortar la A-52 y quema unas cien hectáreas en Verín

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE

OURENSE

Santi M. Amil

La Xunta decretó nivel 1 de alerta por la cercanía de las llamas a una aldea

18 ago 2013 . Actualizado a las 03:36 h.

Avanza el mes de agosto y se complican los incendios forestales en Ourense. Ayer la provincia vivió de nuevo una jornada marcada por el ir y venir de aviones y brigadas forestales y por el miedo de muchos vecinos, que no solo vieron arder sus terrenos, sino que además pasaron horas con el temor a ser desalojados de sus viviendas.

La comarca de Verín es la que peor parte se está llevando en los últimos días. El viernes un incendio en Cualedro calcinó 100 hectáreas y a punto estuvo de llegar a la aldea de Saceda. Ayer, la situación se repitió a pocos kilómetros, en la parroquia de Queirugás (Verín). Probablemente provocado por la acción del hombre, el fuego comenzó poco después de las cinco de la tarde, en una zona boscosa. Enseguida se envió hasta allí un dispositivo de extinción que, dadas las peligrosas dimensiones que alcanzó el fuego en pocos minutos, se tuvo que ir ampliando. Veintiséis aeronaves, tanto de la Xunta como del Ministerio de Medio Ambiente, trabajaron conjuntamente en la zona, descargando miles de litros de agua mientras la luz diurna lo permitió. Llegada la noche, se registró el peor momento para el personal de las 19 brigadas de tierra, entre las que se encontraban cerca de 40 especialistas de las BRIF de Laza, Tabullo (León) e Ibias (Asturias).

Poco después de las nueve el fuego seguía avanzando sin control y había calcinado ya 100 hectáreas, de acuerdo con las estimaciones de Medio Rural. La consellería decretó a esa hora el nivel 1 de alerta, debido a la proximidad de las llamas con la aldea de Benposta, ya en el municipio de Vilardevós. Al cierre de esta edición no había sido necesario realizar desalojos, si bien las fuerzas de seguridad y los propios vecinos permanecían alerta.

Caos de tráfico

El incendio también tuvo graves consecuencias de tráfico ya que las llamas pronto alcanzaron las dos vías principales de comunicación entre Ourense y Castilla y León. A las siete de la tarde, y debido al intenso humo y a la cercanía de las llamas, se cortaba la N-525 a la altura de Queirugás, y apenas media hora después se tomaban las mismas prevenciones con la autovía A-52, que llegó a estar cortada en los dos sentidos. El caos de tráfico fue importante ya que decenas de conductores quedaron atrapados, sin vías de salida, en la calzada. La vía no pudo abrirse hasta minutos antes de las nueve de la noche. Para entonces, el fuego ya había avanzado por debajo del gran viaducto de la autovía y había cruzado al otro lado, en dirección al municipio de Vilardevós.

Precisamente, también estuvo cortada un tiempo la calzada que comunica Verín con Vilardevós, en la que también quedaron inmovilizados muchos conductores. La mayoría prefirieron esperar al restablecimiento de la circulación fuera del coche, contemplando la virulencia de las llamas desde lugar seguro.

Balance

Solo en tres días han ardido al menos 300 hectáreas en la provincia, a las que habría que sumar las 400 que quedaron arrasadas en el gran incendio registrado el fin de semana pasado entre la localidad ourensana de Larouco y la lucense de Quiroga.

Por otro lado, en las últimas horas han sido detenidas en la provincia de Ourense cuatro personas por haber causado presuntamente incendios forestales a causa de imprudencias. Dos de los arrestados son vecinos de O Carballiño, que habrían causado un fuego mientras soldaban. El tercer arrestado reside en Pereiro de Aguiar y está acusado de provocar un incendio en Maside. El último sospechoso es un vecino de Xunqueira de Ambía, al que se considera responsable de provocar un fuego en las inmediaciones del campo de fútbol de la localidad, mientras hacía tareas de limpieza sin adoptar las pertinentes medidas de seguridad.