Se esfuerzan por dar apariencia de normalidad, de entendimiento, pero de ahí no pasa. Trata el alcalde de Ourense, Agustín Fernández, de dejarse ver en compañía de los concejales del sector denominado «pachista», pero esos aparentes signos de paz interna son puros espejismos. Puertas adentro, cada cual está en su sitio y nada los mueve.
El acta de la junta de gobierno local del pasado día 11 de julio es mejor que cualquier fotografía de buenrollismo. Una anotación previa, incorporada entre la relación de los asistentes y la aprobación del acta de la sesión anterior, corrobora el estrecho marcaje que se traen. La secretaria de la junta, la concejala Áurea Soto, «da conta do erro material na acta da xunta de goberno local ordinaria do 20 de xuño de 2013 que no seu encabezamento [tras detallar el nombre de los asistentes] utiliza a fórmula comodín ?os que adoptaron por unanimidade? [os seguintes acordos]; o erro subsánase na propia acta que no punto número 34 advirte a abstención da concelleira Susana Bayo Besteiro no asunto de provisión de órgano directivo: dirección xeral de recursos humanos e servizos xerais». O sea, que quede claro, para los propios y para la posterioridad, que hubo una concejala del PSOE que se abstuvo de apoyar el nombramiento de su compañera la secretaria general de la agrupación local, Carmen Rodríguez Dacosta, para un puesto directivo a propuesta del alcalde de Ourense.
Con una salvedad. La corrección se incorporó al acta del día 11 de julio, pero corresponde a la reunión del 20 de junio, es decir, con tiempo suficiente para la reflexión, para haber dejado correr, o, como finalmente ha ocurrido para reafirmar la disposición de Susana Bayo a seguir actuar como ariete. Como cuando reclamó las cuentas del grupo municipal y se acabó destapando el gasto de los suyos, el PSOE, en ron y ginebra.
El jueves pasado hubo junta de gobierno local. Se ratificó el nombramiento de Carmen Rodríguez Dacosta como directora general de persoal. El acta de la reunión se aprobará mañana, miércoles. Su redacción, sea cual fuere, permitirá seguir alimentando la polémica interna.