La institución provincial estudia recurrir las sentencias
28 feb 2013 . Actualizado a las 22:39 h.Los despidos de personal interino efectuados el pasado mes de octubre por la Diputación ourensana empiezan a tener consecuencias jurídicas. Sendas sentencias acaban de reconocer a dos trabajadores la improcedencia de su despido y la institución debe ahora elegir si los readmite o indemniza. En ambos casos, la Diputación alegaba que no podía cubrir esas plazas de manera definitiva y que sus funciones no eran esenciales para el funcionamiento de la entidad.
Esas argumentaciones fueron rechazadas por los demandantes en el juicio y por la jueza en sus sentencias. Los fallos judiciales entienden que ambos tenían ya una relación laboral indefinida con la Diputación. Además, en el caso de Jesús González Quintela, taquillero del Teatro Principal, se concluye que la relación «fue concertada en fraude de ley utilizando una modalidad contractual para fines distintos a los previstos legalmente». La jueza cree que quedó probado que la plaza no ha sido amortizada, si no que sigue ocupada en la actualidad por otras personas. Una situación similar vivió María del Mar Conde Seco, exconcejala del PP en San Cristovo de Cea. Su plaza, que supustamente iba a desaparecer, salió ahora a un concurso de promoción interna.
A consecuencia de la declaración de despido improcedente, la Diputación debe elegir entre readmitir a González Quintela o pagarle 12.584,44 euros. Lo mismo ocurre con Conde Seco, aunque en su caso con una cantidad algo superior. El gabinete de comunicación de la entidad explicó ayer que aún no han tomado ninguna decisión al respecto. Contra ambas sentencias cabe recurso.