El presidente del CD Ourense se reconoce cautivado por el arte
06 ene 2013 . Actualizado a las 13:00 h.Alejandro Estévez Rodríguez (Francia, 1961) fue trasladado a Ourense a los pocos días de su nacimiento y se define como un amante de los rincones más pintorescos de la capital, pero si le obligaran a elegir no tendría demasiadas dudas. «Ourense tiene muchos lugares que admiro, pero la Capilla del Santo Cristo es especial, no es que sea un gran devoto, aunque sí rezo y pienso en mis cosas, pero aquí me relajo, me siento a gusto », explica Alejandro que de cuando en vez logra robarle tiempo a sus obligaciones para adentrarse en la Catedral ourensana y llegar a una de las obras maestras que encierra.
Y es que este empresario, que también trabajó en Coren durante varios años, siempre se ha mostrado inquieto, por eso aceptó el reto de ponerse al frente del Club Deportivo Ourense, cuando el club de O Couto volvió a verse en peligro de desaparición el pasado verano.
Así justifica la decisión que le ha exigido un nuevo esfuerzo: «El deporte es importante para la sociedad y te da muchas satisfacciones, personales y colectivas. Además este club es importante para nuestra ciudad y por eso entramos con mucha ilusión, aunque te vas quemando a medida que surgen los problemas y te das cuenta del alcance de la deuda histórica, reconforta que la gente te transmita ánimos por la calle y que estemos a punto de alcanzar el objetivo de los 3.000 socios».
Quizás por eso, el presidente ourensanista, se encuentra cómodo cuando le dedica unos minutos a su afición al arte y, en especial, a los tesoros que conserva la Catedral: «Toda la obra del templo es realmente singular, pero el entorno del Santo Cristo es de un nivel artístico impresionante, sus piezas góticas, la decoración barroca, el trabajo de Castro Canseco y el de Francisco de Moure, en especial la talla de San Mauro».
Sin olvidar sus raíces en Entrimo, Estévez Rodríguez ha vivido en su propia familia los efectos de la emigración y la forma en que los retornados valoran un poco más lo que tienen al lado de casa. Él disfruta de un modo sincero con los ornamentos de la capilla cercana a la entrada norte de la Catedral, pero también sabe que muchos de sus vecinos encuentran un regocijo especial en la trayectoria de la entidad rojilla que preside: «La situación económica del club está ahí, la conoce todo el mundo. Nosotros nos marcamos el reto de ser transparentes en nuestra gestión y aunque te encuentras sorpresas que no suelen ser positivas, queremos seguir adelante, porque la afición de Ourense nos ha demostrado que quiere fútbol, eso sí, necesitamos que todo el mundo ayude, porque de lo contrario no se podría sacar adelante».