La Diputación de Ourense contrata a veinte personas vinculadas al Partido Popular

Miguel Ascón Belver
MIGUEL ASCÓN OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

La oposición censura esas contrataciones «caciquís» -que incluyen a cinco concejales del partido de la gaviota- en pleno ERE

13 dic 2012 . Actualizado a las 11:15 h.

La Diputación ourensana dio trabajo a una veintena de cargos del PP y personas afines a la formación popular solo unos días antes de anunciar un expediente de despido colectivo que afectará a 32 trabajadores de la institución provincial. La polémica suscitada por esa medida tuvo un nuevo episodio en el pleno que ayer celebró la entidad. Pese a que los despidos fueron el tema estrella de la sesión, la corporación abordó la política de personal del gobierno provincial de manera genérica. En este contexto, el BNG lanzó duras críticas -a las que después se sumó el PSOE- contra el reciente proceso de selección de 133 personas que trabajarán para la Diputación en servicios sociales y cooperación municipal gracias a un convenio firmado con la Xunta, que financia esos contratos con 1,2 millones de euros.

Pues bien, entre esas incorporaciones figuran una veintena de personas vinculadas de modo directo o a través de familiares con el Partido Popular, la formación que sustenta el gobierno provincial. Entre ellos hay, por ejemplo, cinco concejales de otros tantos municipios: Sandra Rodríguez (Calvos de Randín), Estela Delgado (O Barco), Pilar Caride (O Carballiño), Francisco Araújo (Laza) y Marina Rodríguez (Vilamarín). Hay mujeres de otros ediles, candidatos que no consiguieron escaño en sus ayuntamientos, hijos de alcaldes, la nuera de un regidor y también destacados militantes que suelen representar a sus respectivos municipios como compromisarios en los congresos de los populares.

Argumentos a favor y en contra

José Manuel Baltar, que tomó la palabra al final del pleno, recordó que el proceso de selección de esos 133 nuevos trabajadores se realizó a través de una comisión formada por técnicos de la Xunta y la Diputación. Según dijo, se hizo «de conformidade coa legalidade, como non podía ser doutro xeito». Sin embargo, Leopoldo Rodríguez, portavoz del BNG, criticó el peso que tenían las entrevistas personales -tres puntos frente a solo uno por el currículo- y la experiencia previa en la Diputación: otros tres puntos. De hecho, la mayor parte de los cargos del PP fichados en este proceso ya habían trabajado antes para la institución provincial encadenando en muchos casos diversos contratos temporales durante los últimos años. «Isto é unha cacicada maquillada co financiamento da Xunta», concluyó el nacionalista, que cree que el gobierno autonómico dejó hacer al provincial en contrapartida por haber transferido a la Diputación las competencias de servicios sociales de los concellos de menos de 20.000 habitantes.

Otras supuestas irregularidades del proceso citadas por Leopoldo Rodríguez fueron las preguntas realizadas a los aspirantes durante las entrevistas -algunas, para plazas de psicólogo, no las habría superado ni Sigmund Freud, dijo- y la premura con la que se publicaron los resultados, sin tiempo para un análisis real. También criticó que la nota sea simplemente «apto» o «no apto». En conclusión, el portavoz nacionalista consideró que José Manuel Baltar mantiene las prácticas caciquiles de su padre y predecesor en el cargo aunque «cambiando o seu estilo decimonónico por un con máis glamur».