Los responsables apuestan por el uso de Internet en sus actividades
07 dic 2012 . Actualizado a las 07:05 h.Exposiciones, manualidades, cuentacuentos, cursos de informática o talleres de hip hop se suceden, a lo largo de todo el año, en la biblioteca de Verín. Decenas de actividades que, desde hace cuatro años, han permitido que esta instalación cultural sea reconocida por entidades como Unesco, campañas de animación a la lectura María Moliner o Federación de gremios de editores de España. Unos reconocimientos que se deben a la puesta en marcha, hace ya cuatro años, de su proyecto de fomento a la lectura y el voluntariado cultural, que involucra a progenitores, niños, jóvenes, voluntarios, libros y nuevas tecnologías.
Es de la mano de estas últimas donde en próximas fechas arrancará la nueva iniciativa de esta instalación municipal: apostar por el libro electrónico -«ebook»-, una versión digital de un texto, artículo o libro publicado en Internet o en otros formatos electrónicos.
«Buscamos que la biblioteca no se vea como un museo, tanto por los niños como por adultos, sino como un lugar interactivo al que acudir y en el que participar», indica Vicente Rodríguez Justo, responsable de la biblioteca pública municipal de Verín. Una nueva iniciativa que permitirá involucrar a un mayor número de vecinos de la villa del Támega y de la comarca en el conocimiento de contenidos digitales.
Club de lectura online
«Comenzaremos con cuatro readers en los que queremos ofrecer las últimas novedades para niños, adolescentes y adultos», asegura el responsable. Con todo, no será la única novedad tecnológica con la que contará esta instalación cultural del sur de la provincia -que desde hace varios años posee una web propia, está presente en las redes sociales o se sirve de blogs o páginas como Youtube para colgar archivos-, sino que también impulsará la creación de un club de lectura online a través de herramientas como Skype.
«Vamos a intentar que esta nueva visión del club de lectura permita compartir experiencias con clubes de otros países, como con una biblioteca chilena con la que llevamos años colaborando», indica Vicente Rodríguez Justo. Todas estas iniciativas revelan que no es necesario desplazarse a una gran ciudad para conocer, de primera mano, la reinvención del concepto de lectura. Tampoco para innovar en cada uno de los servicios que se ofertan en esta biblioteca y que involucran a personas de todas las edades, principalmente a través de su labor de voluntariado que para Rodríguez «es la más importante ya que contamos con voluntarios, con edades comprendidas entre los 11 y los 16 años, y también personas adultas cuya labor es fundamental en la realización de todos estos proyectos», concluye.