Los sindicatos ven «fundido» un sector que superó los cien negocios
12 may 2012 . Actualizado a las 07:15 h.La decisión del diseñador ourensano Adolfo Domínguez de poner sobre la mesa un ERE que afectaría a medio centenar de trabajadores de su sede en Ourense ha puesto de relieve la encrucijada en que se encuentra el sector textil en la provincia. Los cincuenta empleos que van camino de destruirse en la compañía ubicada en el polígono de San Cibrao son solo la punta del iceberg. Debajo hay una crisis silenciosa que se ha llevado por delante al 80 % de los talleres durante los últimos cinco años.
La caída del entramado textil en Ourense empezó a fraguarse ya antes de que se produjera la crisis económica a nivel global. La deslocalización y la salida de las grandes productoras a países como China o la India, con una mano de obra mucho más barata, fueron el caldo de cultivo del cierre de importantes talleres ourensanos. «En Ourense llegaron a estar en activo un centenar de talleres en la buena época. Ahora no quedan muchos más de diez», explicó Manuel Lores, responsable del área textil de Comisiones Obreras en Ourense. En ese desplome se vieron afectados negocios con más de treinta empleados y que producían para las grandes cadenas del sector.
Los previsibles despidos en Adolfo Domínguez -en la sede central ourensana trabajan más de 600 personas- suponen el primer golpe de la crisis a uno de los tres buques insignia del textil ourensano, conjuntamente con Roberto Verino y Textil Lonia. «Esta noticia non fai máis que deixar fundido ao sector. Nos últimos anos cerraron o 80 % dos talleres. Era un sector importante para a economía industrial de Ourense», señaló Etelvino Blanco, responsable comarcal de la CIG.
Salarios
En las fábricas de confección ourensanas hay una mayoría femenina que, según los datos que manejan los sindicatos, tienen unos salarios que se mueven entre los 740 y los 900 euros brutos. «Si se confirma la rebaja de sueldos en Adolfo Domínguez, buena parte de la plantilla pasaría a cobrar el salario mínimo interprofesional», aclaró Manuel Lores.
Ourense no es un caso aislado, ya que según destacó Comisiones Obreras en Galicia se han perdido 2.000 empleos en los últimos años.