Nuevo esperpento en el COB. El cese de Rubén Domínguez y su segundo, César Iglesias, era algo que palpaba en el ambiente desde hace ya varios meses pero llegó de la manera más inesperada, a 72 horas del próximo partido de Liga ante Las Rozas.
Al acabar el entrenamiento de ayer, el presidente, Jorge Bermello, le comunicó a Rubén Domínguez y a su segundo la decisión que en el día de ayer se había tomado. Una decisión que se quiso tomar en el parón de quince días, pero la falta de técnicos que aceptasen venir provocó que la decisión se retrasase, aunque según el director deportivo Miguel Ángel Hoyo en declaraciones a la Radio Galega fue una decisión «repentina». No aclaró el director deportivo si intervino en la decisión y se remitió a su condición de «empleado del club».
El club vuelve a recurrir al entrenador que fracasó la temporada en su propósito de salvar la categoría y que afirmaba que no quería entrenar en LEB Plata ni afrontar el reto que le propuso el consejo de administración, satisfecho con su trabajo a pesar de sus malos modos y la falta de resultados deportivos.
Las negociaciones llevaron su tiempo, porque Rafa Sanz no quería venir a cualquier precio. La noche del miércoles Rafa Sanz aceptó las condiciones. Lo más difícil de entender es que ayer Rubén Domínguez dirigió la doble sesión de entrenamiento y por la tarde se le comunicó el cese.
Sanz será presentado hoy y cogerá las riendas del equipo, aunque no es seguro que pueda sentarse ante Las Rozas. El objetivo con el que llegará será ascender en el play off con desventaja de campo de no mediar milagro y para solucionar problemas de vestuario, de actitud en el plantel, situación similar a la de la temporada pasada.
Tendrá diez partidos y dos meses para preparar el reto del play off. Buscará un pívot.