El BNG solo mantendría su mayoría en dos de sus siete concellos
22 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Unas elecciones municipales son muy diferentes de unas generales, pero todos los comicios marcan una tendencia. Si aplicáramos los resultados del 20-N a unas locales, el Partido Popular se haría con el poder casi absoluto de la provincia de Ourense. Actualmente el PSOE gobierna en 16 concellos, pero con sus registros de este domingo perdería doce de ellos. El BNG, por su parte, solo salvaría dos de los siete ayuntamientos en los que tiene alcalde.
El Partido Popular obtuvo más del cincuenta por ciento de los votos en Calvos de Randín, Amoeiro, O Barco, Castro Caldelas, Cortegada, Maside, Piñor y Vilamartín de Valdeorras, todos ellos gobernados por un alcalde socialista. El PP, además, ganó -aunque sin llegar al 50%- en Coles, Ourense, Petín y Ribadavia, también actualmente con un regidor del PSOE. De este modo, los socialistas solo conseguirían salvar con seguridad las alcaldías de Carballeda de Avia, Castrelo do Val, Entrimo y Parada de Sil. Especialmente destacable es el caso de O Barco ya que, si el PSOE perdiese este concello se quedaría sin ninguna de las tres principales cabeceras de comarca, en las que gobernaba hasta hace ocho años. Verín la perdió en las elecciones del 2007 y O Carballiño, en los comicios del pasado mes de mayo.
El BNG, por otra parte, también vería muy mermado su poder municipal en la provincia de aplicarse los resultados del 20-N a unas elecciones locales. Los nacionalistas tienen en este momento siete alcaldías ourensanas y solo mantendrían dos, las de Allariz y Vilar de Santos. La mayorías absolutas de las que disfrutan en A Bola, Castrelo de Miño y Manzaneda y los gobiernos en minoría o en coalición de Maceda y A Mezquita también pasarían a manos del Partido Popular