BurlaEl atractivo intacto de Felipe González

OURENSE

16 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hace unos días visité en Mérida el anfiteatro y teatro romanos y me admiré de lo que hacían los soldados hace 2.000 años en tiempos de paz. Los de ahora se dedican a apagar «carqueixas» en nuestra provincia.

En el último pleno del Parlamento Gallego, aquello no era el ágora de la polis.

¡Y tú más!

¡Qué vergüenza, qué lodazal!. Se ciscaron en la casa común de todos los gallegos.

En la campaña nos enteramos de que doña Rosa, la insultadora, está en contra del «bipartidismo asfixiante». ¿Cómo se enteró de lo bien que nos va a los ourensanos con el tripartito? Y tenemos a Democracia Ourensana en la reserva activa. Sale en una foto (en campaña vale todo) la candidata número uno en las listas de los social-burócratas con una apetitosa fuente de cocido alaricano. Servidor, votarla, ¡ni loco!, pero de apuntarse al cocido, cuando quiera.

La gente pasa de todo. A los mítines van sus hooligans. Su victoria está cantada y será cainita y dolorosa. Nos van a recortar y prohibir, incluso, el ácido úrico, el colesterol y los triglicéridos. Es lo único que nos pueden quitar a los ourensanos. Lo demás, los jóvenes, el futuro, la tierra trabajada, ya nos lo han robado. Aquí no hay crisis. Somos magosto y humo.

HEl tirón de Felipe González sigue intacto. No es el mismo de hace tres décadas, pero su presencia en Ourense llevó al polideportivo de Os Remedios a muchas personas que sobrepusieron el deseo de escuchar a quien fue líder indiscutible del PSOE y presidente del Gobierno. Los golpes de flash, con teléfonos móviles o con cámaras, no eran para una estrella del deportes, o para un cantante de moda, sino para un político que es historia y a quien en el PSOE no hace sombrea ni el candidato. foto santi m. amil