Pereza electoral

Rubén Nóvoa T

OURENSE

22 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

irando de refranero se puede decir aquello de si no quieres caldo toma siete tazas. Con una sociedad hastiada de políticos y con concentraciones de indignados con la democracia que se multiplican como setas por todo el planeta, ya tenemos a la vista una nueva campaña electoral. Queda menos de un mes para que se depositen los votos en las urnas y lo único que se sabe en la provincia de la cita son las batallas internas de los partidos por hacerse un sitio en la lista. La más sonada fue la del PSOE con el enfrentamiento entre Laura Seara y Elena Espinosa, que acabó con la exministra fuera de combate y con el liderazgo del alcalde socialista de la tercera ciudad de Galicia bajo sospecha.

Los primeros en presentarse en sociedad fueron los del PP, que enarbolaron la bandera de Rajoy con una lista llena de veteranos y con alguna china en el zapato (alcalde de Leiro) del hijo de Baltar, que ya ni aparece en la foto en una clara señal de retirada. Menos fricciones hubo en el BNG con una clara marca electoral: el exsenador Xosé Manuel Pérez Bouza. Son, a priori, los únicos que están en clave electoral, porque el resto de la sociedad parece, al menos de momento, desconectada. La mala imagen de los políticos y la proximidad de las municipales no ayudan tampoco a animar al personal. Un ejemplo es la reducción de candidaturas, que pasaron de 16 a 10 y es que ya no está de moda crear un partido político para desafiar al sistema. La gente ha optado por pasar. Ellos se lo han ganado a pulso.