Alicia Sánchez Camacho en Ourense

Francisca Castro

OURENSE

22 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Ha sido un placer tener en Ourense a la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho. Fue invitada por María Antonia Rilo, que la presentó con su buen hacer. Habló José Manuel Baltar, con su sabiduría y sentido del humor por las concomitancias de ambos: presidentes del PP, sus edades, el hijo de Alicia se llama Manuel, los dos son abogados, la madre de José Manuel se llama Alicia, y las dos superinteligentes -eso no lo dijo él, pero es obvio-. La política catalana incidió en que se enamoró tanto de Ourense, que hasta hizo unas compras. Dijo que, si no le señalaran tiempo, estaría una hora hablando. No dejó de alabar a María Antonia por invitarla, a José Manuel, por enseñarle la ciudad y por su memoria, que no necesitaba leer un papel, y por su valía. A Celso Delgado, por presentarlo de número uno, que ganará. A Rosendo por ser tan amable al ir a recibirla. No se olvidó del presidente de la Xunta Alberto Núñez, que lo admira tanto, que están imitando en Cataluña lo que él hace en Galicia, contra la crisis. Alicia estuvo en el Ministerio de Trabajo con Javier Arenas. Ejerció de juez, ahora en excedencia, y la eligieron presidenta, por ser la mejor. Admira a Rajoy de manera total, y aún más, desde que lo trata más a fondo, cree, que si las personas lo tratasen más, se sorprenderían de su valía.

Dice que CIU tiene esperanzas de gobernar con pactos puntuales, en solitario no le será fácil; porque Alicia ya no ve ese país de las maravillas, después de cuatro años de declive económico, la autonomía se empobreció. Es doloroso recordar, aquella Cataluña industrial, al alza, donde la crisis se ha llevado cantidad de empresas, el paro aumenta, y la deuda de la Generalitat, desde que Montilla llegó al poder se ha duplicado.

Él no tiene ningún estudio terminado, ni siquiera el carné de conducir, pero no lo necesita, porque después de llegar de emigrante con su familia, sin casa y sin recursos, de adolescente, algo de arte debe tener, para a los 24 años subirse a su primer coche oficial y no apearse nunca más de ellos. El cordobés remonta de lo lindo. No se sabe el secreto.