El juego de la sanidad

María Cobas S

OURENSE

30 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

i algo crea alarma social es oír hablar de recortes en sanidad. Por eso cuando se empezó a escuchar que el nuevo decreto abre la puerta a que empeore la situación del hospital de O Barco, la gente (la misma que a diario critica que muchos médicos lleguen a las diez o a las once cuando deberían estar pasando consulta desde las nueve) no dudó en echarse a la calle. No hizo falta mucho. El boca a boca sirvió para concentrar a cientos de personas. Está claro que nadie quiere ir a peor (haciendo válido lo de que malo conocido...). Pero en apenas un mes pocos siguen yendo. Y no es porque a los demás no les preocupen los posibles recortes, la pérdida de personal y de servicios, las desmejoras en la calidad asistencial... Es porque ven cómo en lugar de pedir por todos se ponen detrás de la pancarta, en primera fila, los políticos. Que las asambleas empiezan siempre con Macu Acuña hablando de la labor del PSOE para salvar el mundo (o alguien de su partido excusando su ausencia); y que las concentraciones tienen como portavoz al responsable local del BNG, incansable pidiendo la dimisión de Pilar Farjas. A la gente le da igual quien esté al frente de la consellería, si esta funciona. ¿Acaso con otro conselleiro el decreto sería distinto? Es fácil pensar que es una decisión de gobierno. Y entonces el ciudadano se ve como parte del juego político y ya no se cree nada. , por cierto, ¿dónde están los médicos? ¿Quizás haciendo peonadas por lo que no hacen en horario de mañana?