El mapa del envejecimiento poblacional se pinta con colores muy oscuros en las comarcas del oriente ourensano, aunque no sea la única zona especialmente castigada. El eje formado por los municipios de Caldelas es un buen ejemplo de la falta de relevo generacional. Concellos como los de Castro Caldelas, A Teixeira, Montederramo o Parada do Sil apenas registran de media un 5% de población infantil, según los datos del INE. Si tomamos como ejemplo uno de ellos, Montederramo, se evidencian con claridad los datos del zarpazo demográfico. Hay censadas 961 personas, de los que 496 son hombres y 465 son mujeres. Pues bien, de esa cifra solo se contabilizaban en el 2010 seis niños menores de cinco años, mientras que el censo revelaba la existencia de 102 vecinos que estaban entre los 70 y los 75 años de edad, el grupo más numeroso. Otro dato ilustrativo es que entre los 10 y los 14 años habían censados 20 personas, mientras que los mayores de 85 años sumaban 79.