Ebra expone en Manuel Márquez y Freire en el Simeón
19 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.En la Galería Manuel Márquez y hasta el día 4 de octubre, expone su pintura Manolo Ebra (Porqueira, 1960). Pasó su infancia y su adolescencia en Lausanne (Suiza) y luego estudió arquitectura técnica en A Coruña. La presente exposición se compone de 27 pinturas de técnica mixta sobre tabla, realizadas en clave de neoexpresionismo figurativo, que recuerda la transvanguardia italiana y adopta dos raíces diversas: el hieratismo -en los cuadros de figuras masculinas vueltas de espaldas- y el barroquismo -en los cuadros que incluyen citas de las Meninas de Velázquez o en general de los Austrias-. Como es sabido, la transvanguardia maneja la idea de disponibilidad de la historia del arte gracias al nomadismo de las citas. Bonito Oliva, el crítico que lanzó la transvanguardia italiana, ha dicho en 1981: «El arte de la última generación ha redescubierto el placer de una franca inactualidad, hecha de la recuperación de lenguajes, posiciones y metodologías que pertenecen al pasado». Las exposiciones individuales de mayor interés de Manolo Ebra han tenido lugar en las siguientes sedes: Galería Municipal de Monforte (1998); Casa de la Cultura de Beade (2000); Casa de la Cultura de Silleda (2001); La Fábrica de Allariz (2003); Galería José Lorenzo de Santiago (2004); Galería Puerta11 de Lugo (2005); Galería Racó 96 de Mallorca (2006); y, finalmente, el Simeón (2008). Por otra parte, Ebra ha expuesto colectivamente en las ferias internacionales de arte Dearte de Madrid, Marbart de Marbella, Arte Sevilla de Sevilla y Puro Arte de Vigo; y, asimismo, en la Junta Municipal de Moncloa (Madrid), Turiarte de Silleda, el I Salón Vigart de Artes Plásticas de Vigo y el Centro Gallego de Barcelona, así como en las grandes ciudades de Portugal y Galicia, entre otros espacios.
Color y ritmo
En la sala cero -de valores emergentes- del Simeón y hasta el día 25, expone bajo el título Over Europe el pintor Carlos Freire (León, 1952). En el díptico de programa de actos del centro se comenta así esta muestra: «Carlos Freire, pintor transgresor e impulsivo, xoga cos pinceis, cores e formas. Amósanos nas súas obras trazos cheos de simplicidade e sinceridade, cunha clara tendencia ás formas barrocas». Carlos está abierto al mismo tiempo a Ourense y en general al mundo. Pasó infancia y adolescencia en Bardabás pero luego ha pasado cuarenta años seguidos primero recorriendo el mundo -sobre todo, los Estados Unidos- y luego en Madrid, donde ha sido alumno del pintor Lorenzo Olaverri (+ en abril de 2010). Lo considera «mi profesor de dibujo y pintura»; y precisa: «estuvimos muchos años pintando juntos en Madrid». En sus años de ausencia, hizo exposiciones «en bares, restaurantes y salas de arte» de todas las ciudades donde vivió. Ya, de vuelta en su auténtica tierra -«en mi casa»-, Ourense, ha expuesto antes de ahora en la Casa de Cultura de Bardabás (2008) y La Fábrica de Allariz (2009). Dos de las obras de esta exposición -concretamente, los dos óleos sobre tabla titulados Blanco y negro y Rojo y negro- resultan suma y hasta yo diría deliberadamente expresivos del expresionismo abstracto, lleno de fuerza y sentido del color y el ritmo, en que milita Carlos Freire. Su arte, fuertemente gestual, suma la frontalidad del espacio pictórico y la ausencia de jerarquización de las partes, que cubren totalmente la pintura -all over-. El dibujo apenas cuenta, en cambio, en esta concreta pintura.