El Simeón ayer, hoy y mañana

Manuel Estévez

OURENSE

10 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La creatividad artística es fundamental para el desarrollo de los pueblos, no solo espiritualmente sino también como sector a la hora de crear empleo. Sucede en el Edificio Simeón ladeando As Burgas, un acierto del inolvidable Victorino Núñez, empujado por José Luis Baltar, tanto en la adquisición como en la restauración, revalorización, además, de enredar a la sociedad a ver y comprender el significado artístico y cultural, ante la mirada de infinidad de bedeles. Un proyecto firmado por arquitectos que hicieron posible diálogos enriquecedores, con una década de trayectoria alentada por la institución provincial bajo la coordinación de Francisco González. Pero el Centro Cultural de la Diputación no puede quedar en una galería. Debe ir más allá de un contenedor sociocultural y de confluencia de significados. Es preciso una estrategia de continuidad y desplazamiento de valores a otras provincias, comunidades o países, participando en ferias o bienales de arte contemporáneo, sumar y coordinar esfuerzos, imprimir carácter a las intervenciones y la difusión de talentos de nuestra tierra más allá del Padornelo y viceversa. Con capacidad de gestión todo es posible. Paco Pestana, Buciños, Manolo Paz, Moncho Borrajo, Felipe Criado, Antón Lamazares, Hannos, Sula Rapani y una amplia nómina de artistas de aquí y de allá, dejaron huella en el emblemático espacio, así como otros creadores, llámense Henrique Silva o Jaime Isidoro, que ya nos dejó, llegados del país vecino a través de la Bienal de Arte de Vila Nova de Cerveira, evento que esta transcurriendo en las orillas del Miño en su tramo final, con la pegada del alaricano Xurxo Oro Claro. A Ourense no ha llegado aliento del suceso que arrancara en la Villa de las Artes hace más de tres décadas, presente en esta edición en las ciudades de Oporto y Vigo. Aquí, sonaron otras campanadas. Es realmente una lástima quedar fuera del circuito internacional de las vanguardias.