La Xunta sigue apoyando a la firma Xero pero le urge que concrete su proyecto

La Voz

OURENSE

04 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las incógnitas siguen rodeando a la empresa Xero, la firma inglesa que el pasado mes de marzo anunció la inversión de 26 millones de euros en un proyecto de fabricación de un vehículo eléctrico a gran escala y que podría crear en torno a un millar de puestos de trabajo hasta el 2015. Sin embargo, los avatares sufridos por este proyecto han menoscabado la credibilidad de esta iniciativa que sigue contando con el apoyo de la Diputación sobre todo.

Aún así, la Xunta mantiene sus compromisos adquiridos. Cuando menos esa sensación traslada Rogelio Martínez, delegado del gobierno gallego en Ourense. En su opinión, la administración gallega «segue disposta a apoiar este proxecto», si bien matiza que será la empresa «a que teña que definirse nalgúns aspectos».

Los responsables de Xero siguen intentando captar inversores para su implantación y buscan que los empresarios de Ourense se involucren aportando capital. Ese fue el propósito de la reunión que sus directivos mantuvieron con representantes de la Diputación y del Concello de Vilamarín el pasado martes, un encuentro al que asistieron directivos de compañías que se ubican en el parque empresarial de Vilamarín, a donde ahora se quiere llevar a Xero.

Ausencias notables

De todos modos, pese a que la Xunta ha sido un pilar importante en la llegada de la empresa a Ourense, en tanto ha comprometido ayudas públicas con cargo al Plan Impulsa, ningún representante del gobierno gallego asistió a la reunión del martes con empresarios.

Fuentes de la Consellería de Industria reconocen haber tenido referencias de que el encuentro se iba a celebrar, pero no fueron invitados formalmente a asistir. Las mismas fuentes reconocen que en el departamento de Javier Guerra se apoyó el proyecto desde un primer momento, aún reconociendo que la presentación de la empresa en marzo pasado «quizá fuese un tanto precipitada» porque estaba sin diseñar el plan de negocio y sin concretar su ubicación, pese a que Baltar dio entonces por segura su instalación en Melón.

Desde entonces, Industria se está limitando a permanecer en un segundo plano en espera de movimientos «claros» para apoyar la llegada de Xero.