La fila de coches aparcados en las cunetas llegaban a los pueblos de al lado y la gente avanzaba en un especial peregrinaje hacia el campo de la fiesta. Soutomaior, en Taboadela, se vió desbordado de gente, como todos los años durante sus fiestas, con el concierto de Malú. La andaluza acudió a presentar su gira Guerra Fría, cuyos temas principales son los de su décimo disco, con el que ha conseguido por primera vez, ser número uno en ventas. A la una de la madrugada, después de que el cielo de la localidad se inundase de luz con los fuegos artificiales, la andaluza saltó al escenario acompañada de cinco músicos y su potente voz. Con la primera canción que sonó, Vértigo, se metió a todo el público en el bolsillo, que saltó y coreó cada uno de los temas hasta que se quedó sin fuerzas. Miles de personas se agolpaban delante de un impresionante escenario en el que la artista se entregó a fondo, dando un amplio repaso a su repertorio musical. Hasta tres veces cambió de vestuario acompañando a los cambios de estilos: desde la Malú más madura, pasando por la romántica, hasta terminar en la Malú de apenas dieciséis años que cantaba Toda. Su primer éxito fue el último en la noche de Soutomaior, con el que se despidió de sus seguidores, que corearon el estribillo a pleno pulmón.
Los más fiesteros continuaron con la actuación de la orquesta Azabache mientras que la gran mayoría volvia a sus coches tarareando algunas notas de Aprendiz.