Los frutos de la visita papal

OURENSE

23 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Ya pasó Benedicto XVI por España y en Ourense se esperan como agua de mayo los frutos de su estancia. No aguardan los católicos de As Burgas dádivas materiales. No pretenden un nuevo seminario pues saben que no tendría sentido toda vez que el actual, por falta de ocupación, está a punto de abrir sus puertas como residencia de lujo de la Tercera Edad (lo del lujo imagino que será para estar en consonancia con los fastos que acompañaron la visita papal). Tampoco quieren más iglesias pues no se les escapa que las que hay no se llenan y algunas incluso ya no abren ni los domingos. Y menos aspiran a que de la visita del Papa surja un plan de restauración de las casas parroquiales buena parte de las cuales amenazan ruina. Ni suspiran, en fin, porque su Santidad haya decidido que los miles de hectáreas de los diestros improductivos pasen a manos de jóvenes en paro. No son estos los frutos que quisieran los feligreses. A ellos seguro que les llegaba saber que en las reuniones con la Conferencia Episcopal dijo alto y claro algo así como: «No quiero que Ourense esté más tiempo sin obispo, porque una diócesis sin prelado es como un jardín sin flores o, dicho de otro modo, es como si el Vaticano estuviera sin el representante de Cristo en la tierra. Así que, ya está bien de tanta politiquilla religiosa y ¡a cubrir la vacante de inmediato!». Bien es verdad que los designios del Señor son inescrutables por lo que habrá que esperar para conocer los frutos ourensanos de tan mediática visita.