Cree que las pymes son las únicas que pueden transformar la sociedad
26 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.«La situación de la provincia, igual que la de otras, es crítica pero salvable»
Fernando Sánchez Salinero (Salamanca, 1967) es ourensano no por adopción sino por elección. Lleva diez años en la provincia. «No es mal sitio para vivir en un mundo globalizado», apunta. No solo cree en el potencial de Ourense. También en el sentido común y el optimismo.
-Su consultora se llama Utopía Leonardo. ¿Cuál es su utopía personal?
-Ayudar en la transformación de la sociedad a través del único mecanismo posible: las pymes. Son el único camino para transformar la sociedad. Hay que recurrir a quien sabe lo que es producir y lo que cuesta cada cosa.
-¿Le cuesta a las empresas pedir asesoramiento externo?
-A las pymes les cuesta muchísimo reconocer sus lagunas. Creen que tapando las cosas se solucionan. Parece que tienen que demostrar que son capaces de todo y eso es un error. Aceptan determinadas cosas. Por ejemplo que les ayudes a vender. Pero en el resultado global de una empresa cambiar la estructura comercial puede mejorar los resultados en un 15 o 20%. Sin embargo, cambiar la estructura de la toma de decisiones podría llegar a mejorarlos un 200%.
-¿Cómo ve la situación de Ourense?
-La de Ourense, al igual que la de otras provincias, es crítica pero salvable. Hay que ser consciente de la situación, cambiar los hábitos que te han llevado a donde estás y asumir que, probablemente, el cambio va a implicar una purga. Como en la salud. Lo bueno que tiene el mundo actual es que casi todo es reversible. Estamos a tiempo. Es un buen momento pero para el que salga primero. Lo que no va a haber es para todos.
-¿Quién tiene que tomar esas decisiones? ¿Los políticos, los empresarios, los ciudadanos?
-Todo el mundo. Decir que es culpa de unos o de otros es un error. Lo decía Edmund Burke: «El mal triunfa cuando los hombres buenos no hacen nada».
-Ourense lleva mucho tiempo aguardando por un plan estratégico. Los hay promovidos por distintas administraciones. Pero o no llegan o no se aplican. ¿Puede ser la solución?
-Un plan estratégico bien hecho es una solución para cualquiera: estoy aquí, quiero llegar allí y voy a hacerlo a través de estos medios. Si es simplemente para que la administración diga que está haciendo algo, no sirve. Lo que pasa es que en la redacción de los planes estratégicos tienen que poner siempre a personas capaces de generar riqueza. ¿Usted ha generado riqueza alguna vez en su vida? Porque hay gente que solo sabe administrar gasto. Lo puede administrar mal o bien pero no sabe lo que es multiplicar los recursos, hacerlos atractivos y convencer al mercado de que es así. Hay quien simplemente quiere captar recursos para distribuirlos... es una manera de arruinarse, progresivamente.
-¿Las administraciones deberían funcionar como empresas?
-Deberían funcionar exactamente como empresas. Pero es que de aquí a pocos años si no funcionan así desaparecerán. O ves el futuro o continúas haciendo cosas del pasado que lo único que te procuran es más pobreza. Por eso los indignados.
-¿Qué opina del 15-M?
-Es un movimiento demasiado heterogéneo, de momento. Está vehiculando un descontento global de la sociedad, del 95% de la gente. Pero también creo que es la pataleta de gente que estaba acostumbrada a vivir muy bien y a la que se le ha acabado el chollo. Vamos a ver qué pasa. Ahora están apareciendo los Robespierre de turno, que les va tirar de guillotina. ¡Construir no saben construir pero cortar cuellos! No piden que se facilite el trabajo a los emprendedores. No quieren generar riqueza, ellos quieren que le den una parte.
-Volvamos a las administraciones. Muchas empresas están teniendo que ajustar sus plantillas. Y esta semana conocíamos la estructura del gobierno municipal de Ourense con mantenimiento de dedicaciones exclusivas, directores generales... ¿Cómo valora este tipo de decisiones?
-El problema de los políticos es que invitan ellos pero pagan los ciudadanos. Si quien invita no paga, la tentación de acabar invitando a festivales es muy alta. Pero mientras no haya consecuencias por la mala gestión... Los habrá directamente corruptos pero otros piensan que están haciendo el bien: en vez de exigir eficiencia, meten a más gente, con lo que además engrasan el mecanismo del partido que los mantiene.
-Como consultor, un consejo para el futuro de la provincia. Hay que cambiar pero, ¿cómo se hace?
-Las provincias tienen que pensar como empresas y resituarse en el mapa mundial. Si aciertan, con la humildad que supone eso, pueden generar mucha riqueza y mucho bienestar para las personas que las integran. Si no todos los que están dentro (ya sea de provincias, de países o de empresas) van a sufrir mucho.
«El 15-M también es la pataleta de alguna gente a la que se le ha acabado el chollo»