La CEO percibe que Ourense «pierde fuerza» en Galicia

antonio nespereira OURENSE / LA VOZ

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Los empresarios denuncian la fuerte restricción de crédito

24 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Después de cuatro años de crisis económica, el discurso de los empresarios comienza a adquirir tintes de drama. Ya no solo por la ausencia de previsiones optimistas a corto plazo sino porque el plus de resistencia se agota. La asamblea anual de la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO), celebrada ayer, sirvió para que su presidente, Francisco Rodríguez, hiciese un ajuste fino sobre las variables socioeconómicas actuales dejando una estela de amargura en su discurso que levantó aplausos entre los asistentes, que no llenaron el salón de actos de Novacaixagalicia. Falta de crédito, aumento de la morosidad, una reforma laboral insuficiente, una ciudad urbanísticamente parada o el retraso de algunas inversiones han sido alguno de los ejes de su intervención.

Francisco Rodríguez aludió a factores «emocionales» para denunciar que «el sistema» ejerce una presión «que paraliza las iniciativas». Pese a las dificultades, el presidente de la CEO señaló que las empresas ourensanas siguen «cumpliendo con nuestras obligaciones de financiación en el corto plazo», también el pago de los recibos, las nóminas, los impuestos y demás exigencias consustanciales a la actividad empresarial. Pero, en un entorno hostil, el presidente de la patronal entiende que los emprendedores «optemos por inhibirnos y aparcar las ideas».

Será por esa razón por que la que la provincia sigue en barbecho. Cuando menos así lo hizo notar al advertir que «Ourense está perdiendo fuerza en la Galicia productiva», para agregar que ni la ciudad es la tercera de Galicia, ni tampoco la comarca, al menos en lo que se refiere al indicador del Valor Añadido Bruto (VAB). Incluso indicó que ese puesto se había cedido ya a Lugo. Recordó a las administraciones públicas que sus instrumentos financieros «siguen siendo escasos y que no cubren, ni de lejos, las necesidades de las empresas».

Pidió la intermediación ante las entidades financieras y que arropen la creación de la figura del mediador de crédito, basado en la experiencia francesa. Esa función permitió en el país galo que se hubiesen salvado 14.000 empresas y 250.000 empleos en dos años, según la CEO.

«Ya no somos la tercerca ciudad gallega, ni la tercerca comarca en valor añadido bruto. Hemos caído al cuarto puesto, en beneficio de Lugo»

Francisco Rodríguez