Os Blancos deja a Baltar unas semanas más en funcionesLa sonrisa de Rosendo Fernández

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE

13 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

José Luis Baltar ha sido, sin quererlo, uno de los grandes protagonistas del fin de semana. El indiscutible líder del PP ourensano aguantó como pudo los improperios que los «indignados» del 15-M le lanzaron a la salida del pleno de constitución de la corporación capitalina. El día ya había empezado mal, pues a Baltar le tocó entregar por segunda vez en cuatro años el bastón de mando del Concello a un socialista. Desde las bancadas de la oposición pudo ver cómo el PP ha visto mermadas sus fuerzas en la capital a niveles solo comparables a los resultados obtenidos hace dos décadas.

Sí, el Partido Popular tiene más alcaldes que en el 2007. Ha ganado en Quintela de Leirado, en Muíños o en Gomesende, pero, a juzgar por lo dicho por su hijo, la capital no era siquiera un objetivo.

Y eso el patriarca de la familiar Baltar no acaba de aceptarlo porque el poder absoluto de su familia empieza a diluirse, porque él solo fue un figurante en la toma de posesión del alcalde socialista más consolidado que ha tenido Ourense en mucho tiempo. Y, para colmo, a José Luis Baltar le tocará esperar para ser investido presidente de la Diputación. La suspensión, a la espera de resolución judicial, de la toma de posesión en Os Blancos impide, a su vez, la constitución de la institución provincial y él debe seguir, al menos durante unas semanas, en funciones.

Según los cálculos de presidente, la Diputación no podrá constituirse hasta, siendo optimistas, la primera semana de julio. Además, puede que en el salón de plenos del Pazo Provincial se siente más de uno y de dos diputados que Baltar no habría elegido si de él dependiera. Los populares ourensanos se sienten cada vez más libres para actuar sin el servilismo que les caracterizaba cuando nadie cuestionaba su autoridad. Hasta su vicepresidente, Plácido Álvarez, tendrá problemas para repetir como diputado porque deberá enfrentarse al alcalde de Bande, que quiere su puesto. Se preparan, además, rebeliones similares en otros partidos judiciales. Tras la sucesión, el imperio de la familia Baltar parece que empieza a tambalearse.

Pocos dudan ya que Rosendo Fernández, flamante candidato del PP, sea diputado provincial. Cuando se le pregunta por ello, el líder local sonríe y no lo niega. En el partido judicial de Ourense Baltar podrá colocar a los que él quiera.