Dos puntos de vista sanitarios

Ruth Nóvoa de Manuel
ruth nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Madre e hijo coinciden en los pasillos del Complexo Hospitalario

12 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

María José Márquez González y su hijo Hugo Gómez.

Ella es administrativa en el laboratorio del Chou, donde su hijo hace la residencia de Neumología.

María José Márquez y Hugo Gómez empezaron a trabajar en el Chou casi al mismo tiempo. Curioso. Y es que aunque la madre lleva veinte años ligada a la sanidad (en Asturias y Vigo antes que en Ourense) el traslado a su provincia de origen coincidió con el momento en el que su hijo llegó como residente de Neumología al complejo hospitalario. Lo cierto es que ella nunca pensó que acabarían compartiendo centro de trabajo. «Y eso que desde niño tenía claro que quería ser médico», asegura orgullosa ahora que está en el tercer año de residente. Lo confirma Hugo y explica hasta qué punto el trabajo de su madre ratificó la vocación infantil: «Recuerdo las anécdotas que me contaba cuando trabaja en Urgencias. Creo que eso acabó por meterme en la cabeza la idea de estudiar Medicina».

En realidad, puede que la sanitaria sea una cuestión genética en la familia ya que la hermana del ahora neumólogo, Áurea, acaba de terminar la carrera de Farmacia.

Cada uno diagnostica a la sanidad ourensana desde su punto de vista. María José se refiere a los engranajes que hacen girar un servicio central como el de laboratorio, en el que ella desarrolla su jornada laboral. «Funciona todo al día y cada jornada se realizan miles de pruebas», asegura. Su hijo añade: «Tenemos que estar orgullosos de los profesionales que tenemos. La Seguridad Social es un lujo y un privilegio, aunque sea necesario mejorar cosas».

Cuando Hugo se matriculó en Medicina su madre se sintió muy orgullosa, como ahora cuando lo ve por los pasillos del Chou. Eso sí, en su momento le explicó que iba a ser una vida sacrificada y que le resultaría más complicado formar una familia que con otra profesión. «Se lo dije claro: hay que darle mucho a los pacientes», recuerda. También fue tajante en los años en los que el ahora médico era modelo. Desfiló en Cibeles y quedó a un paso de convertirse en Míster España: «Y mi madre se alegró de que no lo consiguiera porque ella quería me centrara en la carrera. Pero creo que lo importante es que supe compatibilizarlo todo y no me arrepiento de nada». Su madre se justifica entre risas: «¡Es que siempre quieres lo mejor para un hijo! Pero me demostró que sabe tener los pies en la tierra».

En la conversación empiezan a colarse, por cortesía del neumólogo, términos como fisiopatología, ventilación pulmonar o ya de forma más concreta enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El tabaco causa muchas de las dolencias que se atienden en el servicio en el que trabaja Hugo y del que habla sin parar. Se nota que no es amigo del humo: «Elegí Neumología porque las asignaturas relacionadas siempre fueron mis preferidas. Y Ourense porque tenía muy buenas referencias del hospital, donde todos los veranos hacía un mes de prácticas». Y mientras habla no deja de mirar de reojo a su madre. Ella enseguida lo capta: «Soy su caballo de batalla porque fumo».