Los ecologistas insisten en que con las dos grandes desbrozadoras hicieron en un sola mañana el trabajo que antes ocupaba a varias personas durante numerosas jornadas. Y lo hicieron, según denuncia Julio Fernández, sin ningún tipo de cuidado y sin tomar precauciones: «Arremetieron con las máquinas en línea recta llevándose por delante socalcos, muros y madrigueras. Arrasaron con todo en una masacre que no se puede creer». Alerta además que la ley forestal, por el riesgo de incendios impide estos trabajos después del 31 de marzo y que Fenosa no lo respeta. Anuncia medidas reclamando los daños causados en Punxín.