«Sin celadores, en los hospitales cambiarían muchas cosas»

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

05 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las Jornadas Nacionales de Celadores y Responsables de Celadores reúnen en el Ourense a 150 personas. Tras la inauguración, ayer, los participantes debatirán sobre la formación de este colectivo con el objetivo de promoverla.

-¿Las jornadas son una forma de reivindicar formación?

-Lo que pedimos es que se cualifique la categoría profesional de celador. Que se le dé un contenido formal, que el profesional haya tenido que pasar por una formación. El paso primordial lo tiene que dar el Ministerio de Sanidad pero ahí se encuentra con los intereses de las 17 comunidades autónomas.

-¿Qué posibilidades de formación tienen hoy por hoy los celadores en Ourense?

-Lo único que tenemos son los cursos, unos cuatro al año, de la Escola Galega de Administración Sanitaria. El problema es que el baremo para acceder a ellos premia la antigüedad de manera que se forma a los más veteranos, a los que tienen más experiencia. No es resolutivo.

-¿Cree que el trabajo de estos profesionales está reconocido?

-Se reconoce porque se tiene que reconocer. Si no hubiese celadores en los hospitales cambiarían muchas cosas. Somos el último peldaño de la escalera. Ante el papel de médicos y enfermeras, el aporte del celador es circunstancial. Pero es un trabajo que alguien tiene que hacer. Además, la primera persona a la que ve el paciente en el hospital es el celador. Es quien lo traslada y, sobre todo, quien habla con él.

-¿Ser la «cara» del hospital supone cierta responsabilidad?

-Claro que sí. Además los hospitales están cada vez más burocratizados. El personal sanitario tiene menos tiempo y esas carencias de atención personal las suple el celador.

-¿Cuál es la ocupación más desconocida de las que tienen?

-El mantenimiento de los animalarios, la dependencia en la que se experimenta con animales para la investigación. Y también llama la atención que ayudamos en las autopsias.

-¿Y de todas las tareas, cuál es la más compleja?

-El problema lo vemos en las sustituciones de verano por la complejidad del trabajo de quirófano, donde hay mucho aparataje y hay que guardar unas medidas de asepsia. Hay que andar con mucho cuidado y no vale cualquiera.

-¿Y los responsables de celadores?

-El cometido es la gestión de personal. Como responsable de celadores del Chou gestiono la vida laboral de 300 personas. Trasladando esa cifra a la empresa privada uno se hace idea de lo que supone.