Alas doce menos cuarto de la mañana, Fran Fernández todavía se estaba examinando. Él era el último en el primer turno de prueba en las nuevas pistas de O Barco, y lo cierto es que la mañana remató bien. Había aprobado. Lo mismo que Pilar González, Agustín Cristóbal y Adolfo Oulego, los compañeros de prácticas en los últimos meses. Solo uno de los que se preparaba con ellos quedó sin superar el examen.
Ninguno de ellos ocultaba su satisfacción por haberlo conseguido, y destacaban que lo habían logrado «á primeira, porque é a primeira vez que se fan os exames aquí», recordaba Pilar. Destacaba que se había animado a sacar el carné de autobús porque «aínda que agora mesmo estou traballando, é unha opción para o futuro». Además, era una oferta que le había llegado desde la empresa. «Ofreceunolo a empresa e pensei que estaba ben», aseguraba, ante lo que asentían sus compañeros. Todos ellos comparten la característica de trabajar en el sector de la pizarra en la comarca de Valdeorras.
A su lado, Agustín Cristóbal consideraba que era «unha oportunidade de ter algo no día de mañá», cuestión en la que ahondaba su compañero Adolfo.
También las prácticas
Todos ellos llegaban al examen después de haber hecho las prácticas en la misma pista donde tuvo lugar la prueba, algo que consideraban una ventaja sobre la situación anterior, en referencia a los que se examinaron hace unos meses y que tuvieron que desplazarse. «Tenían que ir hasta Monforte o incluso hasta Ourense, con lo que eso supone de tener que ir, hacer la práctica y después volver; sin duda esto es mucho más cómodo», confesaba Fran justo después de bajarse del autobús y de haber logrado el carné que le permite conducir este tipo de vehículos.