Raúl González es el técnico de la Cámara que ha realizado la encuesta, reconociendo que la mayoría de los empresarios que han contestado transmiten cierta desazón por el momento económico.
-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de las respuestas obtenidas?
-Quizá las opiniones sobre el comercio exterior. Nos hemos dado cuenta que hay empresas que han vuelto a vender en el extranjero, porque hay países con una recuperación notable. Sectores como el agroalimentario también se están empezando a mover y quizá eso sea lo más positivo.
-¿Esperaba las reflexiones negativas que se han recogido?
-En parte, sí. El contexto económico del 2010 ofreció noticias negativas y el empresario contesta con datos en la mano y analizando el entorno en el que se mueve. La encuesta se hizo en septiembre y octubre y se pensaba que había cosas positivas en ese período, pero se vio pronto que no había entusiasmo.
-¿Las respuestas fueron voluntaristas o racionales?
-Han sido racionales. Han respondido pensando en lo que les pasa a ellos. Por ejemplo, se ha visto que confían más en el mercado exterior que en el consumo interno. Además, si lo contrastas con otros estudios o informes, verás que las respuestas han sido muy similares.
-Sin embargo, han respondido con rotundidad a que no se va a incrementar el empleo.
-Porque está claro que en el 2010 se ha reducido el empleo y la encuesta refleja que las expectativas positivas aún no son reales. La tendencia en materia de empleo sigue siendo la misma, aunque no nos guste. Otra cosa llamativa ha sido la inversión, que es clave en economía. Si una empresa no invierte, no se crea empleo y la empresa se queda un poco a la expectativa.
-Y la opinión es más pesimista que hace un año.
-La gente esperaba un año mejor, pero no hubo brotes verdes, al contrario, se han marchitado. El arranque positivo del año que se preveía se ha diluido pronto y no se ha visto la luz al final del túnel.