La goleada del clásico no despista al Barça

Fermín Zariquiegui PAMPLONA/EFE.

OURENSE

El once de gala de Guardiola vence sin dificultad en un choque marcado por el tardío viaje a Pamplona

05 dic 2010 . Actualizado a las 10:47 h.

El Barça salió airoso de su alocada visita a Pamplona al vencer a Osasuna por 0-3 en un encuentro resuelto por el líder con goles del tinerfeño Pedro en la primera parte y del argentino Messi, por partida doble, en la segunda mitad, el último de ellos de penalti.

El equipo culé no pudo repetir de pleno las exhibiciones de las dos últimas jornadas, pero en un partido marcado por las trabas del viaje sumó los tres puntos tras acabar con un Osasuna que acumulaba 12 encuentros sin perder en casa, desde el mes de marzo.

El conjunto de Pep Guardiola llegó a Pamplona rebasada la hora del comienzo del partido tras cuatro de viaje, para calentar ocho minutos y jugar ante un rival enfurecido por el intento del club azulgrana de aplazar el partido. Los rojillos salieron enchufados e incomodaron mucho al Barcelona durante el primer cuarto de hora, en el que tuvieron un par de ocasiones para desnivelar el partido a su favor.

A partir de ese momento, los azulgranas empezaron a tocar el balón como acostumbran y empezaron a llevar mucho peligro a la portería de Ricardo. Un sutil pase entre líneas de Messi, aprovechado por Pedro con un tiro raso ante el portero madrileño, acabó con la resistencia local.

De ahí al final de la primera parte el Barça pudo aumentar la renta con un tiro al poste de Messi, tras centro de Pedro, y un disparo del argentino que desbarató Ricardo.

Generoso esfuerzo local

Los visitantes siguieron manteniendo el control de la pelota en la segunda parte. Osasuna no se vino abajo, con un generoso derroche de fuerzas, pero no fue suficiente para meterle miedo al once visitante.

José Antonio Camacho, técnico osasunista, lo intentó con el delantero uruguayo Pandiani en sustitución del lesionado Camuñas y con el atacante serbio Lekic, pero la defensa azulgrana no dio ninguna concesión.

Un contraataque iniciado con un caño de Pedro y lanzado por Villa a Messi supuso el carpetazo al partido, al marcar el argentino de tiro raso en el mano a mano ante Ricardo.

Villa, que ya lo había intentado en un par de disparos, tuvo un par de grandes ocasiones para marcar su gol, pero Ricardo le sacó al asturiano los dos remates. Con el partido ya sentenciado, Messi marcó de penalti tras la pena máxima pitada por derribo de Sergio al propio jugador argentino.