Más de doscientos vecinos de dos pueblos de Vilardevós carecen de servicio de telefonía móvil

Uxía Souto VERÍN/LA VOZ.

OURENSE

29 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En pleno siglo XXI, los servicios de telefonía móvil, Internet y restantes tecnologías se convierten en un elemento indispensable para comunicarse, no solo en las urbes sino también en el rural. Sin embargo, no todos los lugares de la geografía gallega disponen de estos «particulares privilegios». Dos localidades de Vilardevós, Terroso y Soutocobo, conviven desde hace más de un año con estas carencias, ocasionando a sus vecinos la imposibilidad de recibir o efectuar llamadas. El soniquete «está apagado o fuera de cobertura» se repite con frecuencia para más de 200 vecinos de esta zona.

Este apagón telefónico no es total, ya que la señal va y viene. «Es una situación muy molesta porque estamos incomunicados», reconoce Juan Dosantos Fernández, vecino de Terroso y concejal del PP en el municipio: «Ya que no se pueden ni recibir ni realizar llamadas».

Una cuestión que se ha empeorado en los últimos meses, a pesar del cambio de repetidor en la cercana localidad de Florderrei, «lo peor es que haces la llamada, pagas, y de repente ya no puedes hablar porque te has quedado sin cobertura», asegura este vecino.

Por este motivo, la mayoría de vecinos no puede renunciar al servicio telefónico de toda la vida, «la línea fija es lo único que nos mantiene conectados con el resto del mundo», indica Dosantos Fernández, «pero algunos ya no la tienen, porque al adquirir los móviles las dieron de baja, y aquí hay mucha gente mayor que no puede contactar con sus familiares».

Indignados, tanto ellos como la oposición, han presentado varios escritos y mociones en el Ayuntamiento con el objeto de encontrar una solución a este problema, pero a día de hoy la situación sigue siendo la misma. «No sabemos qué hacer porque las quejas son diarias, pero nadie nos hace caso», asegura este vecino. El regidor socialista, José Luis Pérez, conoce este problema: «Xa llo transmitimos á compañía telefónica pero non deu ninguna resposta a este problema». Así que, por el momento, a estos vecinos, no les queda más que reclamar y esperar a que alguien se acuerde de que el rural también necesita las nuevas tecnologías.