Un historial marcado por la improvisación y las urgencias previas a las elecciones

La Voz

OURENSE

17 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La finalización de la autovía a Santiago y su puesta en servicio libre de peaje entre Lalín y Ourense fue uno de los proyectos estrella del PSOE en la precampaña de las elecciones autonómicas del año pasado. Los socialistas incrementaron el ritmo de las obras para tratar de conseguir que la vía estuviese acabada antes de los comicios, pero no lo consiguieron y acabaron perdiendo el gobierno. Así, el 25 de abril del 2009, con el PP ya en la Xunta, la autovía entró en servicio en todo su trazado sin que hubiese una inauguración oficial.

La apertura al tráfico casi clandestina de la AG-53 ejemplifica una situación que se ha mantenido en el tiempo. La señalización de la autovía tardó seis meses en ser colocada en la A-52, de modo que los conductores que circulaban por allí eran desviados a la N-525 a la altura de Ourense si querían ir en dirección a Santiago. Hasta hace solo unos meses en la capital ourensana tampoco se señalizaban las salidas hacia la AG-53.

Todo ello ocurre en una autovía que lleva más de un año esperando por la estación de servicio prometida en Maside y que, por su recorrido sinuoso y sus empinadas pendientes, ha provocado las quejas de los conductores, especialmente de los transportistas. Los desprendimientos registrados en los taludes que ahora están en reparación terminaron por desprestigiar una obra que fue ejecutada por el grupo San José.