Los suicidios superan desde el 2007 a las muertes en carretera en Ourense

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE/LA VOZ.

OURENSE

14 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Frente a la paulatina disminución de las muertes por accidente de circulación, los fallecimientos por suicidio se mantienen invariables desde hace años. La pregunta es si sería posible reducirlos si, por ejemplo, se destinasen a ello los mismos medios humanos y económicos que se han enfocado de un tiempo a esta parte, y con buenos resultados, a reducir el drama de la carretera.

Es lo que se pregunta el responsables del equipo de forenses que conforman la sede del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) en Ourense, Julio Jiménez, quien recuerda que «en la prevención de accidentes de tráfico se ha invertido mucho y se ha conseguido reducir muertes, mientras que respecto a los suicidios los datos llevan años estancados». De hecho, desde el 2007 superan a los accidentes mortales.

De acuerdo con los datos recogidos por estos profesionales, durante el pasado año 45 personas se quitaron la vida de forma voluntaria en la provincia de Ourense, que se encuentra por encima de la media española en este tipo de incidencias. En ese mismo período las carreteras registraron 40 víctimas mortales.

Sin entrar a valorar las circunstancias concretas que puedan estar detrás de estas cifras, Julio Jiménez destaca que más del 50% de los casos de muertes voluntarias los protagonizan personas con antecedentes de enfermedades psíquicas. Otro 25% de los casos procede de ciudadanos con antecedentes de enfermedades, algunas de ellas crónicas. «Aunque nunca puede saberse con certeza, es probable que algunos de esos casos pudieran evitarse si se detectan por parte de los servicios de atención primaria», apunta Jiménez, quien asegura que esa prevención podría ser especialmente oportuna entre mayores que residen en zonas rurales.

En este sentido, son las localidades con menos de dos mil habitantes, es decir, las zonas rurales de la provincia, las que registran el mayor porcentaje de suicidios, con 29 casos contabilizados el año pasado. Se da además la circunstancia de que 27 casos tuvieron como víctimas a personas mayores de 50 años. «Ahí se podría actuar a nivel social», afirma Jiménez, que considera que desde el servicio de atención primaria podrían detectar posibles casos de riesgo y, quizás, evitar desenlaces dramáticos.

Destaca el informe del Imelga que en los últimos años se vienen contabilizando casos de suicidios en personas con patologías banales, que se obsesionan con enfermedades graves, sufren miedo a la dependencia o se convierten en cuidadores de enfermos crónicos.

Estudios en profundidad

La creación del Imelga ha permitido a los forenses realizar estudios de las muertes de etiología suicida.

De hecho se inició un trabajo de recogida de datos en colaboración con el Complexo Hospitalario de Ourense que ha permitido estudiar y comprender muchas situaciones implicadas en el suicidio, así como las repercusiones sociales y sanitarias del suceso. Actualmente Ourense cuenta ya con un programa sanitario destinado a la prevención de suicidios.