Una pistola en la peluquería

Jesús Manuel García

OURENSE

Un vecino de Maside, acusado de poner el arma entre macetas de la ventana del local cuando iba a hacerse las cejas

06 may 2010 . Actualizado a las 10:40 h.

El 9 de septiembre de 2008 Antonio Sánchez acudió a una peluquería de señoras en Maside. Aquella mañana quería hacerse las cejas, pero la empleada le dijo que allí solo atienden a mujeres. «Era verano y abrimos al poco rato la ventana que está junto a la puerta y da a la calle», dijo la testigo que en el alféizar de la ventana, entre dos macetas, vio una pistola que el día anterior no estaba. Se lo dijo a la dueña y llamaron al 112 pero al principio no le creían lo que contaba. Esta testigo notó a Antonio ebrio. Desde que el acusado se asomó al local hasta que la peluquera vio el arma pasó aproximadamente media hora.

Puerta con puerta está la peluquería de caballeros, que regenta un primo de la anterior peluquera. Antonio, a primera hora, estuvo allí cortándose el pelo. En su estado ebrio y comentó a quien le cortaba el cabello que tenía una pistola y que iba a ir a un banco a por unos millones. «Mi prima me llamó y me dijo que había ido a su negocio un señor borracho y que había aparecido una pistola en la ventana», dijo el peluquero. Se trataba del mismo vecino: «Como estaba borracho no le hice mucho caso a lo que decía del arma», indicó. Al acabar el servicio, Antonio salió con otro hombre Óscar. Este último dijo conocer a Antonio de ayudarle a montar la pista de autos de choque.

El imputado declaró que no tenía pistola alguna y que en su primera declaración por estos hechos había dicho que la encontró en un campo y que la dejó en la ventana de la peluquería, pero ayer no recordaba tal cosa: «Estaba un poquito bebido», declaró. La fiscal le preguntó si la intoxicación etílica le había durado desde el día 8 de septiembre, fecha de los hechos, hasta el 15, cuando declaró. El acusado le respondió diciendo que sí, que seguía bebido y negó haber dicho a terceros que tuviese una pistola. Declaró que solo visitó una peluquería, no dos.

Óscar dijo al magistrado juez del Penal 2 ayer que Antonio le había dicho que iba a buscar la pistola porque el día anterior, anduvo la Guardia Civil detrás del acusado, según este le había manifestado.

Vio el arma

«Me enseñó la pistola, la vi», afirmó Óscar. Luego se fueron de copas y estuvieron bebiendo hasta las 10.00 horas del día de autos, cuando el acusado fue a cortarse el pelo. «Me dijo que había tirado con la pistola», comentó. También añadió este testigo que Antonio fue a buscar el arma y no lo encontró porque habían llamado a la Guardia Civil desde la peluquería femenina. Se fueron ambos en un coche verde y Antonio arrojó por la ventanilla del copiloto el cargador junto al matadero viejo de Maside, detalló este testigo. Dos trabajadoras de un obradoiro que allí había vieron la escena y se acercaron a ver qué habían tirado. Su monitor llamó a la Guardia Civil, que llegó al poco desde la peluquería. Era un cargador con pocas balas. El acusado «corroboró que la pistola era suya, que la había encontrado en un monte y no se hallaba descontrolado», dijo un agente.

Los peritos confirmaron que la munición es apta para esa pistola semi automática que precisa licencia, de la que Antonio carecía. Para la fiscal está claro el delito de tenencia ilícita de arma y pide 18 meses de cárcel. La defensa sostiene que no se acredita que Antonio sea dueño del arma y que aunque Óscar diga que la vio, ello no implica que la pistola sea del imputado, para el que pide la libre absolución.