La Audiencia provincial repetirá parte del juicio contra los acusados de amenazar a Berta Collarte

M. V.

OURENSE

16 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En respuesta al recurso de apelación presentado por el letrado de Berta Collarte, hija del empresario ourensano secuestrado en 1999 en la localidad portuguesa de Valença do Minho, los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia provincial de Ourense han ordenado que se repita parte del juicio contra los presuntos autores de las amenazas telefónicas recibidas por la hija del empresario.

Será el próximo 6 de mayo cuando José Lopes y João Fernández Mateus vuelvan a sentarse en el banquillo de los acusados para responder por su presunta relación con las llamadas recibidas en el domicilio de Berta entre los años 2002 y 2003. Se da la circunstancia de que ambos fueron absueltos en la sentencia dictada el pasado diciembre por la magistrada del Juzgado de lo Penal 1, en el que se había visto este caso. En aquella ocasión la magistrada consideró que tan solo podía probarse la relación con los hechos de un tercer sospechoso, el portugués Vítor Manuel Dias Pereira Barreto, por lo que le imponía una condena de tres años de prisión y absolvía a los otros dos imputados. Eso sí, en aquella primera resolución ya se hacía constar la posibilidad de que otras personas hubieran actuado junto al inculpado.

Pruebas incriminatorias

Pese a ello, la sentencia no convenció a Berta Collarte quien considera que existen pruebas suficientes para relacionar a los otros dos sospechosos, uno de los cuales, Lopes, era el intermediario en Portugal de su padre y fue además la última persona que lo vio con vida antes de su desaparición.

Por ello, esta parte también ha solicitado en su recurso que en la segunda vista a celebrar en la Audiencia declaren dos inspectores de Policía que investigaron los hechos, tanto en Ourense como en Oporto. Además, se ha previsto que también se repita la testifical de la propia hija del constructor.

Guillermo Collarte desapareció cuando tenía 72 años. Había ido a inspeccionar un terreno junto a la frontera portuguesa cuando, presuntamente, fue secuestrado por personas que podrían ser de su entorno laboral. Nunca se aclaró aquella desaparición y nada se sabe de lo que ocurrió con el industrial, muy conocido en Ourense.