Aspira a su primera victoria lejos de casa en dos meses y medio para amarrar su plaza europea
14 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Sin necesidad de volver a ponerse el prefijo de súper que lo adornó en la primera vuelta de este campeonato, el Dépor aspira a recuperar en Barcelona muchas de sus señas de identidad de entonces. Más fuertes y ordenados en el centro del campo, más sacrificados en las ayudas y más decisivos en ataque, los coruñeses se citan frente al Espanyol con la que se convertiría en su primera victoria a domicilio en dos meses y medio.
Solo vuelve Guardado, dirán algunos. Pero en este equipo el mexicano nunca juega solo. A sus características de mediocampista de banda -«el único que tengo», matiza Lotina- se añaden su despliegue físico y hasta el liderazgo ofensivo de un equipo falto de ese espíritu desde que Filipe no sorprende cabalgando por la izquierda. El ex fabrilista Iván Pérez lo acompañará en el otro costado. Ambidiestro, aunque su perfil natural es el izquierdo, el talentoso jugador compostelano no era titular en Liga desde el pasado 17 de octubre.
Los reestrenos de Guardado e Iván Pérez devolverán al polivalente Juan Rodríguez al centro. En el primer partido de los deportivistas en el nuevo estadio del Espanyol, llamado Cornellá-El Prat, el malagueño recuperará ese puesto en la mediapunta que cuando vestía la camiseta del Málaga siempre le acaba premiando con gol. A lomos de su perseverancia formará un triángulo de fuerza y trabajo junto a Antonio Tomás (el orden táctico) y Juca (el empuje). El bombardero retomó sus ensayos de falta al término de los entrenamientos de esta semana.
Un triunfo daría alas a las aspiraciones europeas del Dépor. Pese a su irregular trayectoria desde diciembre, la cuarta plaza sigue a dos puntos, mientras la montaña rusa en que esta campaña parecen convertidos el Villarreal y el Atlético frustra la llegada de nuevos aspirantes.
El duelo cuenta, además, con aroma a revancha tras el triunfo del Espanyol de la primera vuelta. Solo el equipo liderado por el ex deportivista Verdú, así como el Barcelona y el Madrid, se han revelado capaces de salir airosos de Riazor. Más que por el corto marcador (2-3), el varapalo dejó víctimas (Zé Castro no ha vuelto a ser titular y solo ha jugado un partido de Liga desde entonces) y cumplió su función de servir de aviso. A pesar de los buenos argumentos que exhibieron aquella tarde, los de Pochettino no acaban de despegarse de la zona de peligro debido a su nefasto acierto al remate. Ha marcado 14 goles. Solo el Xerez, con 12, lleva menos.