Más de 400 socios de una oenegé de la capital dependen de ella para vivir

OURENSE

11 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El colectivo inmigrante es uno de los más golpeados por la crisis. A la situación administrativa a veces compleja se suman empleos precarios, ingresos muy ajustados y, desde varios meses, un alto índice de paro. Por ese motivo, la oenegé ourensana Galicia Terra de Acollida ha experimentado en los últimos meses un aumento de socios, que ya son 836, pero también de demandas de ayuda, que en el último año han crecido en un 200%. Según Víctor Iglesias, responsable de la entidad, «piden sobre todo trabajo y, por supuesto, medios para salir adelante».

En esos medios para subsistir entra un poco de todo: ropa, cursos de formación y alfabetización, intermediación laboral y también comida. Ayer, sin ir más lejos, la oenegé repartió 950 kilos de alimentos, procedentes de los excedentes de la Unión Europea, entre 76 personas. Dentro unas semanas, un nuevo reparto alcanzará a 150 socios.

Ayuda para vivir

Galicia Terra de Acollida hace un estudio de la situación de cada persona, ya que no todos sus asociados se encuentran en una situación económica precaria, y remite su informe a la Cruz Roja, que es la entidad intermediaria, encargada de repartir los excedentes comunitarios entre las oenegés que lo demandan.

Las personas receptoras de esta medida de ayuda reciben leche, productos imperecederos como pasta o arroz, cereales, zumos, galletas, azúcar o alimentos infantiles con los que pueden paliar parte de sus necesidades mientras la situación no mejora. Pero, como destaca Víctor Iglesias, la situación es muy preocupante, sobre todo por los altos índices de paro: «El 50% de nuestros socios no tiene trabajo, y, de los demás, un 20% lo tiene y es estable, pero casi todos tienen trabajo por horas, temporal, puntual y que apenas genera ingresos».

Además, denuncia el rechazo que la sociedad ourensana aún manifiesta hacia los extranjeros y que complica su inserción laboral: «Se acentuó con la crisis, porque la gente empezó a considerar otra vez que le roban el trabajo a los de aquí».

Por nacionalidades, Galicia Terra de Acollida aglutina a gran número de brasileños, senegaleses y venezolanos y colombianos, seguidos de nacionalidades procedentes del mundo musulmán, además de un nutrido grupo de rumanos. Paradojas de la vida, ellos, que son ciudadanos comunitarios, lo tienen más difícil que los demás. Según explica el presidente de la oenegé, «vienen con todos los papeles, como los podemos tener cualquiera de nosotros, y podrían trabajar de forma inmediata, pero resulta que son la comunidad que más rechazo genera en la sociedad».