Nuevas aperturas para ahuyentar el fantasma del cierre

OURENSE

Las dificultades no han vencido la voluntad de nuevos comerciantes que desoyen los malos augurios económicos

08 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Lo suyo podría calificarse de heroicidad. Poca gente se atrevería hoy en día a abrir un negocio o poner en marcha una empresa, pero ellos, frente a la amenaza del cierre y a los números negativos de la economía, han optado por atreverse a poner en marcha su proyecto laboral y vital, jugándose los ahorros y el futuro.

Apenas ninguno da credibilidad a las promesas efectuadas desde las distintas administraciones. Explican que las tan anunciadas ayudas no se traducen en realidades y que, a veces, la propia burocracia de las subvenciones imposibilita que estas se materialicen ni en dinero ni en facilidades administrativas.

Eso en cuanto a las ayudas y apoyos públicos, porque de los bancos prefieren ni hablar. En el mejor de los casos, alguno ha conseguido un crédito, pero siempre de muy pequeña cuantía. Para las cosas importantes, según dicen, es imposible.

La mayor parte han empeñado sus ahorros y los de sus familias con la esperanza de que, a largo plazo, la situación vaya remontando, pero, por lo pronto, trabajan a destajo para poder mantener sus negocios y sus economías domésticas, sin días libres, sin descanso y sin la posibilidad de contratar empleados.

Los que se dedican a sectores como el de la alimentación no pueden quejarse, pero más difícil lo tienen los del sector textil, entre otras cosas porque el tiempo, hasta ahora, no acompañó demasiado.

La fórmula del éxito que esperan tener son originalidad, buenos precios, apuestas arriesgadas y una tendencia prácticamente común a todos ellos: una amplia oferta de productos nacionales.