Descubren pintura mural sobre el frente de piedra del viejo altar de la iglesia de Congostro en Rairiz

Jesús Manuel García

OURENSE

13 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En la iglesia de Congostro, en el municipio de Rairiz de Veiga, se han descubierto pinturas murales en el frente de la antigua mesa del altar, de piedra, sobre la cual se asienta el retablo. La empresa ourensana Arte 3 está restaurando ese retablo y al retirar el panel de madera del frente del viejo altar, sus técnicos encontraron fragmentos polícromos.

Pamen Díaz explica que todavía no saben qué es lo que representan esos restos pictóricos ni de qué año son. «Por ahora sabemos que las pinturas son anteriores al retablo y este data de principios de 1900. Ahora estamos a la espera de una respuesta de Patrimonio para saber qué hacer, si dejarlas a la vista o tapar de nuevo el frente del altar con el panel de madera», indica esta restauradora, que forma parte de un equipo en el que también trabajan Santiago Notario y Silvia Iglesias.

Protección

Esos restos sobre piedra se encuentran protegidos por una capa protectora mientras el equipo sigue mejorando el retablo, pieza relativamente pequeña que decora el ábside del templo limiano. No es casualidad que en las iglesias de nuestros pueblos aparezcan restos pictóricos sobre piedra que son detectados en campañas restauradoras. En los últimos años se han descubierto pinturas murales en el ábside de San Clodio al retirar el retablo mayor, en Xagoaza, O Barco o en la bóveda de madera del santuario de As Ermitas, (O Bolo) en otro tiempo encalada, por citar solo unos pocos ejemplos.

A falta de saber con la mayor exactitud posible la datación de lo hallado en Congostro y evaluar su nivel de importancia, se dejó de pintar artísticamente el interior de los templos hacia el año 1600 pues fue en el siglo XVII cuando llegó la costumbre de blanquear esos espacios por higiene.

El espacio pintado en Congostro adornaba el frente del altar pegado a la pared del ábside cuando se celebraba la misa por el rito tridentino, con el sacerdote mirando hacia el retablo, de espaldas a la asamblea.