La decisión de Sogama de no recoger los residuos voluminosos desde el pasado 1 de septiembre, genera un nuevo problema en la comunidad autónoma gallega, sobre todo, para los municipios pequeños a la hora de gestionar su recogida ya que les supone un coste más para las ya de por si depauperadas arcas municipales. Un hecho que no se plasma, sin embargo, en el estudio encargado por el consorcio ourensano ya que se trata de una situación reciente.
Miguel Rodríguez Méndez, sin embargo, y sin una investigación detallada propone como solución a este nuevo conflicto la utilización de la zonificación prevista en el estudio para asumir la recogida de ese tipo de residuos que después se podrían tratar en los puntos limpios.
Diversidad
De los trece ayuntamientos ourensanos incluidos en el consorcio sólo uno, el de O Carballiño, dispone de instalaciones para recoger residuos voluminosos, un punto limpio, ubicado en A Medela y su utilización por parte de otros concellos de la provincia debería ser tratada por la corporación municipal. El consorcio para la recogida de basura del noroeste de la provincia ourensana está formada por los ayuntamientos de Maside, Piñor, Cortegada, Punxín, Carballeda de Avia, Gomesende, O Carballiño, Boborás, Vilamartín, A Peroxa, Coles, Amoeiro y Ribadavia. Un territorio con dos tipologías claramente diferenciadas, ya que once de ellos son rurales mientras que O Carballiño y Ribadavia se caracterizan por tener una zona eminentemente urbana.